Introducción
¿Cómo suple la burguesía la crisis? Por una parte, mediante la
destrucción forzada de una masa de fuerzas productivas; por otra,
mediante la conquista de nuevos mercados y la explotación más intensa
de mercados viejos. ¿Cómo, pues? Preparando crisis más extensas y
más violentas y reduciendo los medios para prevenir las crisis.
-Karl Marx-[1]
Las secuelas observadas en la calidad de vida y de trabajo en las clases trabajadoras a nivel mundial son consecuencia de un proceso que ya se venía gestando con los problemas de crecimiento y desarrollo social en el capitalismo durante por lo menos las últimas cuatro décadas y, que con el surgimiento mundial de la pandemia del Covid-19 se han acelerado y develado los procesos de precarización y empobrecimiento de las y los trabajadores. Lo anterior, entendido desde la ley de la baja tendencial de la tasa de ganancia que fue analizada por Marx y en la cual se explica el proceso histórico en que el capital busca contrarrestar la caída de sus ganancias, para seguir acumulando capital cada vez en mayor cantidad cueste lo que cueste, no importa quienes y cuantos mueran desechados por el sistema capitalista.
Por lo anterior, los costos sociales para las y los trabajadores serán la más nítida expresión del traslado y socialización de las pérdidas hacia la clase trabajadora que los grandes capitalistas han registrado de forma tendencial en la tasa media de ganancia y, que con la pandemia por el Covid-19 han materializado la paralización de las cadenas de valor y del capitalismo a escala mundial.
Marx explicó muy bien la manera que encuentran los capitalistas para contrarrestar la caída tendencial de la tasa media de ganancia, con la instrumentación de una serie de medidas (entre otras) que afectan directamente a la clase trabajadora, como la disminución del salario nominal, la disminución de las prestaciones sociales, la eventualidad y flexibilización en la contratación, el incremento del desempleo, es así que la respuesta histórica a los males que aquejan al capitalismo han representado daños a las clases trabajadoras.
Por otra parte, desde el Centro de Análisis Multidisciplinario enviamos un saludo a las Mujeres Organizadas de la Facultad de Economía (MOFE) que en los últimos seis meses han mantenido una toma en la que han defendido fervientemente demandas en contra de las prácticas patriarcales y antidemocráticas dentro de la Facultad de Economía, como en toda nuestra universidad. Estas demandas representan el camino hacia la materialización al innegable derecho a espacios libres de violencia de género para las mujeres dentro de la UNAM, ya que los procedimientos institucionales en la universidad han demostrado ser ineficientes, parciales y arbitrarios. Expresamos nuestro reconocimiento, solidaridad y disposición a esta lucha justa y digna. Son semillas de una rebelión de la esperanza que busca hacer realidad un mundo donde quepan muchos mundos sin capitalismo ni patriarcado.
El capital con todos sus inimaginables recursos históricamente acumulados ilegalmente, da muestra con esta crisis tendencial en la que a nivel mundial estamos viviendo un proceso de guerra configurado por las necesidades de la acumulación de capital. Un ejemplo muy claro es el imperio de Estados Unidos personificado por Donald Trump que diario amenaza a todo el mundo con sanciones, impuestos, desconocimiento de tratados de paz, retiro de apoyo a programas de salud, intervención, guerra; Venezuela, Irán, Rusia, China, etc., para vivir, el imperio necesita conflictos, violencia, está pensando cómo salir de la crisis, buscar nuevos mercados, nuevas víctimas. Pero la misma solución a la crisis contribuirá a que en el futuro se genere otra crisis más profunda, esa es la tendencia en la manera de pervivir del sistema capitalista, crisis cada vez más profundas y devastadoras.
De esta manera, con la actual crisis económica en el proceso de concentración y centralización de capital continúa expresándose dicha tendencia en el transcurso de la destrucción y la generación de nuevos y mayores capitales.
¿Quiénes ganan y quiénes pierden con esta crisis?
Con la pandemia por el Covid-19 se ha producido la destrucción y/o parálisis de buena parte de la economía mundial, pero también, ha implicado la oportunidad para comprar empresas en franca insolvencia económica justo en el momento en el que tanto la confianza de los capitalistas, como los precios se encuentran en el abismo, es decir, nos referimos a la capacidad real de los grandes monopolios de capitalizar las oportunidades que brinda el libre mercado en el punto exacto de las debacles.
Los grandes monopolios que se han beneficiado a nivel mundial con la pandemia tienen que ver mayoritariamente con la esfera de la circulación en actividades orientadas hacia la distribución y consumo del comercio de mercancías, a partir de ofrecer plataformas para realizar las transacciones de compra-venta; así como con todo lo referente con el consumo de datos con las plataformas de entretenimiento on demand, o con las plataformas de comunicación para realizar el “Teletrabajo”. A continuación presentamos un breve recuento de estas empresas.
El hombre más rico del mundo, Jeff Bezos -el que ante las bravatas constantes de Trump ni se inmuta-, es uno de los claros ganadores en la crisis por el Covid-19, su nicho de mercado se sitúa con consumidores en su sitio web, generando ganancias cerca de US$11,000 por segundo,[2] es decir, $264 mil pesos mexicanos (a un tipo de cambio del dólar). Lo que significó que las acciones de Amazon registraron un alza histórica.
Amazon, se enfrenta a costos crecientes para manejar el aumento de sus servicios, lo cuál no sería posible sin el haber contratado recientemente a 175 mil trabajadores bajo los esquemas laborales de la subcontratación, puesto que esta empresa durante mucho tiempo se ha negado a reconocer cualquier tipo de sindicato, argumentando que prefiere negociar directamente con sus empleados. Cabe mencionar que Amazon es reconocida por todas las críticas que se le han hecho por el tratamiento de sus trabajadores y más durante la emergencia sanitaria al no garantizar la seguridad de todos sus empleados.
Netflix se ha colocado mundialmente como otro de los emporios que ha capitalizado, en el espectro del entretenimiento derivado del confinamiento de la población, según Blake Morgan el registro del streaming (o emisiones por internet) tiene cada vez más aceptación entre la población, en los dos últimos años incluido lo que va de la emergencia sanitaria las suscripciones por los servicios de esta plataforma han aumentado en 47%, en Italia aumentaron en 57% y en España 34%, pero el 22 de abril registraron aproximadamente a 16 millones de nuevos consumidores.[3]
Zoom obtiene más dinero de los consumidores que pagan por sus funciones Premium, tan solo durante el primer trimestre del 2020, la empresa consiguió US$122 millones, con lo cual logró duplicar el monto con respecto al mismo período del año pasado.[4]
Slack, por la implementación masiva del “teletrabajo”. La oferta de una plataforma de mensajería instantánea para las empresas que requieren la utilización de comunicaciones internas ha permitido que prácticamente hayan duplicado su capital entre enero y marzo de este año.[5]
La naturaleza de la pandemia, ha provocado el surgimiento de negocios y la concentración productiva de los insumos básicos para mitigar la propagación del virus y atender los cuidados sanitarios, por ejemplo, el caso de las compañías que se dedican a la fabricación de vacunas, medicamentos e insumos que son vitales para el personal de la salud y también para las 7 mil 700 millones de personas en todo el mundo,[6] es el caso de los desinfectantes, mascarillas, guantes, y todo el equipo necesario para el manejo de pacientes por Covid-19. Entonces nos estamos refiriendo a las empresas transnacionales con giro de farmacéuticas y empresas de biotecnológicas. Los ensayos clínicos para desarrollar una vacuna específica contra este virus, ven en este horizonte un nuevo nicho de mercado representa la oportunidad por generar ganancias. Es en este sentido que las acciones de Inovio Pharmaceuticals, han tendido a la alza hasta duplicarse, luego de que la empresa anunciara que iniciará ensayos clínicos de su proyecto de vacuna para el Covid-19 en humanos en el mes de junio en Estados Unidos.[7]
El servicio de teleconferencias, educación online y entretenimiento, dado que algunos países, como Japón e Italia, han cerrado las escuelas y algunas empresas, como Google y Twitter, les han pedido a sus empleados que trabajen a distancia.
Justamente para dar cuenta de este drama conocido como “nueva normalidad”. La firma de inversión MKM Partners elaboró un “Índice de quedarse en casa”, cuyo propósito consiste en indagar la trayectoria de empresas beneficiadas con la propagación del Covid-19. En medio de la incertidumbre, la siguiente es una lista de firmas empresariales que han obtenido beneficios de manera notoria.
En su “Índice de quedarse en casa”, MKM Partners incluyó en la lista a Facebook, el desarrollador de videojuegos Activision Blizzard, el productor de unidades de ejercicio Peloton y el servicio de entrega de alimentos GrubHub, además de Netflix y Amazon.[8]
Por otra parte, en una crisis económica no todos los capitalistas suelen ganar por la acumulación de riqueza. El índice de multimillonarios de Bloomberg declaró en su lista de las 500 personas más ricas del planeta que perdieron aproximadamente US$553.000 millones.[9]
De igual manera, los accionistas en las industrias de petróleo y gas a nivel mundial han observado grandes caídas en el capital neto a medida que los precios del crudo se desplomaron como consecuencia en la disminución significativa de la demanda y por la disputa en la producción de petróleo entre Arabia Saudita y Rusia.
En marzo del presente año Forbes publicó una lista de 2 mil 95 multimillonarios, 58 menos que hace un año, tan sólo durante las dos primeras semanas de marzo, cuando la crisis del Covid-19 empezó a golpear las cadenas de valor y los mercados en general. De los multimillonarios mencionados, el 51% ha visto disminuir su concentración de la riqueza con respecto al año pasado y los que ocupaban los primeros sitios se mantuvieron igual.[10]
Fue difundido por Bloomberg un listado sobre las 25 familias más ricas del mundo, y que juntas suman una fortuna aproximada 1,4 billones de dólares, cifra 24% mayor que la registrada durante el 2018. Destacando dentro del listado la frecuencia de nueve casos de los Estados Unidos, los cuales a partir de 1929 concentran la gran parte de la fortuna de multimillonarios, ya que los patrimonios respaldados por décadas y, a veces, por siglos pueden llegar a engañar el verdadero alcance de las propiedades de una familia[11].
En total, las familias más ricas del planeta ahora tienen un patrimonio conjunto que oscila los 250 mil millones de dólares, cifra superior a la del año pasado. Sin embargo, no todos estos multimillonarios son más ricos que el año anterior. La familia alemana Quandt, por ejemplo, bajó ocho puestos y ahora se coloca en el 16º lugar de dicha lista, o los Dassault, los Duncan, los Lee y los Hearst desaparecieron de la lista por completo. A continuación presentamos la lista de las familias más ricas del mundo[12]:
Pero también si vemos a las 2000 personas más ricas del mundo concentran más riqueza que la mitad de la humanidad. “Menos del 1% de los más ricos del mundo tienen más que el 60% de la población del planeta”.[13] Así lo revela un informe reciente de la organización sin fines de lucro Oxfam, dedicada combatir la pobreza en el planeta, y publicado en vísperas del Foro Económico Mundial en Davos Suiza.
Las cifras recogidas por Oxfam con base en datos recopilados por la revista Forbes y el Banco Crédit Suisse en el 2019, manifestaron que los 2 mil 153 multimillonarios más ricos poseen más capital que lo que pueden acumular 4 mil 600 millones de las personas más pobres del planeta.
La cifra de multimillonarios en el planeta prácticamente se ha duplicado durante los últimos diez años. En América Latina es donde más se ha percibido está situación pues dicha elite pasó de 27 a 104 desde el año 2000, y en contraste la pobreza extrema que también se incrementó. En 2019, 66 millones de personas vivían pobreza extrema, es decir, un 10.7% según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La investigación de Oxfam expone que los Gobiernos emplean políticas fiscales en las que colocan impuestos considerablemente mezquinos a las personas y empresas más ricas, por lo que su base de recaudación de ingresos resulta insuficiente para apoyar el combate a la pobreza y la desigualdad.[14]
En contrasentido, al hacer un análisis sobre la situación actual de pobreza que está sufriendo el mundo con la pandemia por el Covid-19 y la crisis económica, vemos que ante la profunda privación de bienestar de manera pronunciada, y la falta de acceso a capacidades básicas para funcionar en la sociedad capitalista, aunadas a una caída histórica del ingreso y empleo digno para enfrentar necesidades como la educación, la salud, la alimentación, la vivienda, la seguridad, derechos básicos que podrían permitir mantener una calidad de vida básica.
La pobreza y el hambre están presentes con las crisis para las grandes mayorías de la población en el mundo, así lo ha advertido la ONU, de acuerdo con José Esquinas, Doctor en Genética por la Universidad de California, “el número de personas hambrientas en el mundo es de 821 millones”, y la población que está muriendo anualmente de hambre y malnutrición asciende a 17 millones de personas, en otras palabras, de acuerdo con estos datos aproximadamente 46 mil personas mueren diario por hambre. Los cálculos de muertos durante la segunda guerra mundial van de 50 a 70 millones, durante los 6 años que duró la guerra, 17 millones multiplicado por 6 años que es lo que como decíamos duró la guerra tendríamos 102 millones de muertos por hambre. Estamos viendo una auténtica guerra mundial contra los pobres. Paradójicamente se están produciendo 60% más de productos alimenticios esenciales para alimentar a la población mundial. “El problema no es la falta de alimentos, ya que hay muchos más de los que necesitamos para alimentarnos. Están en el mercado internacional, pero no llegan ni a la boca ni a la mesa de los que tienen hambre. El problema es el acceso a los alimentos”, también señaló que es “un problema que sí podría agravarse por la pandemia del coronavirus”, se pronostica que el número de hambrientos en el mundo se duplicaría en los próximos años, consecuencia de la limitación de movimientos y el cierre de fronteras comerciales tanto por complicaciones que ya experimenta el mercado libre, como por la pandemia del Covid-19. También indicó que “el hambre es un caldo de cultivo en el que crecen las grandes enfermedades de la humanidad”. Y que “Estamos gastando en armamento 4.000 millones de dólares diarios, un dinero que permitiría dar de comer a los que mueren cada día de hambre, 40.000 personas, durante más de 120 años.[15]
A lo anterior habría que agregar lo que señaló el Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, David Beasley, quien estima lo siguiente: “La humanidad puede afrontar una hambruna de “magnitudes bíblicas” ya dentro de varios meses si no se empieza a actuar directamente.[16]
En el mismo sentido, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA). Indicó que la cifra de personas que padecen inseguridad alimentaria extrema podría llegar a los 265 millones hacia la última etapa del año 2020, [17] por lo que se considera que las personas en esta condición ingresen a la Fase 3 o peor de la escala de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria, IPC / CH, es decir, 130 millones de personas más con respectos a las 135 millones de personas durante el 2019, y que fueron resultado del impacto económico (24 millones de personas), el cambio climático (34 millones de personas), por conflictos sociopolíticos (77 millones de personas) y por la pandemia producida por el Covid-19. Entre los diez países más afectados destacan Yemen, la República Democrática del Congo, Afganistán, Venezuela, Etiopía, Sudán del Sur, Siria, Sudán, Nigeria y Haití.
Una situación sombría es la que ha enfrentado España en donde la gente lo que pide es comida, la pobreza comienza a hacer estragos entre la población y la imposibilidad para salir de esta condición. En el Ayuntamiento de Santander, se ha elevado hasta en un 60% la demanda de ayuda en forma de alimentos.
Confirmamos que es verdad lo que señaló Raúl Zibechi en abril del presente año: “Cuando la pandemia de coronavirus se interne en los barrios populares de las grandes ciudades latinoamericanas, estará ingresando por vez primera en un mundo desconocido de pobreza profunda, hambre crónica, infra-viviendas sin agua y desocupación estructural, en sectores ya afectados por el dengue y la tuberculosis. Puede tener efectos terribles”[18].
Es terrible la actual situación que enfrenta la población en América Latina. Los datos y cifras en relación al número de infectados y de muertos han sido poco confiables. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ocho camas de hospital por cada mil habitantes, en Brasil es de 2.2 camas, en México hay 75 mil camas en el sector salud público, el cual se encuentra integrado por el IMSS con 1 mil 876 camas y 2 mil 565 ventiladores para soporte respiratorio; el ISSSTE con 551 camas y 3 mil 64 ventiladores; Pemex, con 102 camas y 103 ventiladores; y Salud cuenta con 218 camas y 443 ventiladores,[19] para una población total de 127 millones 792 mil 286 personas de acuerdo con CONAPO.[20] Asimismo, grandes zonas urbanas, y más rurales, carecen de agua y servicios básicos para enfrentar la pandemia, por ejemplo, en Río de Janeiro, Iztapalapa en México, etc.
En algunos países como Paraguay los propios vecinos instalaron decenas de ollas populares con comida para la población dando prioridad a niños y ancianos, puesto que el Estado se demoró casi tres semanas en enviar víveres, siempre insuficientes pues las familias ante la imposibilidad de continuar trabajando en muchos de los casos en la economía informal.[21]
Para la OIT, diversos países en el mundo están evidenciando un sistema de protección social con muchas carencias para intervenir ante la crisis sanitaria producto de la pandemia por el Covid-19 y tratar de recuperarse relativamente de ella.[22]
Por ese motivo, para la OIT es necesaria una política pública que desde los gobiernos aspire a atender de una manera más adecuada la pandemia por el Covid-19 y sus secuelas; suponiendo fortalecer los sistemas de protección social. Lo cual no es posible si no se revierte el peso de toda la economía informal sobre la economía formal, y para fortalecer las instituciones de salud se estaría hablando de por lo menos destinar anualmente el 6% del PIB.
Teórica e históricamente se ha pensado que el papel de la seguridad social es nodal como instrumento para el Estado y la clase capitalista, para procurar mantener en condiciones adecuadas a la fuerza de trabajo y así garantizar la explotación y extracción de la plusvalía. Sin embargo, durante la fase del neoliberalismo, ha estado siendo desmontada y ha echado de lado esta consideración al privatizar e implementar una visión en la que debería operar la economía de la salud desde el mercado totalmente abierto, con lo cual la clase trabajadora tendría más trabas para acceder y ejercer la seguridad social.
En México, no es posible regresar al desarrollo impulsado por el Estado ya que el neoliberalismo es la religión de AMLO, pero también porque en los marcos del capitalismo actual, es muy complicado para un país como México, con esa relación con las grandes firmas transnacionales y con el T-MEC, desandar el camino para volver a un Estado de Bienestar.
La representación porcentual del Gasto Público destinado al sector Salud con respecto al PIB, refleja durante la última década un estancamiento al observarse un promedio acumulado de 2.71%, aunque durante los tres últimos años dicho promedio bajó a 2.5% del PIB.[23]
Podemos observar que el desarrollo del sector salud se encuentra muy limitado e incluso rezagado por la contención en la distribución de los recursos estatales y que se ha constatado con la emergencia sanitaria por el Covid-19. Al relacionarlo con el comportamiento de la población total en México en los últimos diez años, no podemos perder de vista que hay un incremento de 12 millones 836 mil personas, para llegar en el 2020 a 127 millones 792 mil 286 personas de acuerdo con CONAPO,[24] quién menciona a su vez, que la población ocupada que se encuentra en riesgo en la economía formal es de 23 millones 987 mil 092 trabajadores, en tanto en la economía informal son 30 millones 949 mil 627 trabajadores. De la misma forma, de la población total son 52 millones 425 mil 887 personas las que se encuentran en alguna situación de pobreza considerando algunas estimaciones hasta 2019, con el 82.24% en pobreza moderada y 17.76% en pobreza extrema, la correlación del tipo de pobreza que padece la población en México cambiará de forma significativa tanto por la pandemia por el Covid-19 pero sobre todo por todo el proceso de ralentización de la economía mundial que ya se venía observando desde por lo menos el año pasado.
Las denuncias reiteradas sobre la falta de condiciones de seguridad para laborar y en consecuencia para no ser expuestos a perder la vida, como hasta hoy ha sucedido, es solo una muestra de un Estado como el mexicano que privilegia por encima de la vida de los médicos la realización de los megaproyectos. Para poner un ejemplo, el gasto público destinado al sector salud para enfrentar la emergencia sanitaria por el Covid-19 en nada se compara con los recursos comprometidos para el desarrollo del proyecto del Tren Maya. El estímulo a manera de premio que ha dedicado el gobierno para todos los trabajadores de la salud es de un Bono único equivalente al 20% del salario mensual.
El alto riesgo por la carencia de insumos mínimos necesarios de calidad para ejercer el trabajo con seguridad y eficiencia en el sector salud. Para cualquier ser humano representa una situación de vida o muerte puesto que está en juego su vida y la de los demás.
Y es que en los últimos meses se ha vuelto bastante común y cotidiano saber sobre el contagio por Covid-19 del personal médico, tan sólo en Jalisco, hasta mediados de mayo iban aproximadamente 65 médicos y enfermeras.[25] En la CDMX, los días 14 y 15 de mayo los trabajadores pertenecientes al Centro Médico Nacional La Raza del IMSS salieron a las calles a demandar equipos e insumos de protección y capacitación para el manejo seguro de enfermos por el Covid-19. De igual manera, en el Hospital de Especialidades del CMN Siglo XXI empleados se reunieron dentro del inmueble y plantearon sus exigencias, como la necesidad de contar con un tráiler frigorífico para el depósito de los cadáveres, puesto que el área destinada a ese fin era completamente insuficiente; en tanto en el Hospital La Raza, los galenos evidenciaron que el gobierno impulsó la austeridad republicana a la hora de adquirir los insumos y equipos de protección, mismo que son de pésima calidad, además de ser recursos muy limitados, pues los paquetes de protección carecen de cuestiones tan elementales para preservar la salud y la vida como el acceso a cubrebocas N95.[26]
Por ese motivo es que los médicos están conscientes que el trabajo que realizan es considerado de alto riesgo, y en ese sentido exigen el pago del bono de alto riesgo por la emergencia sanitaria y el mejoramiento de las condiciones laborales, como basificación y aumento salarial.
No obstante, la capacidad real de respuesta de la red de atención de salud nacional, hoy reconvertida frente al incremento en la demanda por la emergencia sanitaria, deja clara evidencia de la devastación y destrucción durante largos 36 años de neoliberalismo y contando, que se ha combinado con las limitaciones del actual gobierno en gasto público para articular la actual política pública federal.
Por la situación en el sector salud, es indispensable mencionar en el tema laboral la inoperancia del gobierno de la 4t, al incumplir los derechos laborales como el no contar con las condiciones de seguridad e higiene en los centros de trabajo y las medidas preventivas que le permita a todo el personal de salud hacer frente al riesgo de contraer Covid-19.
Un claro ejemplo de la ausencia del ejercicio de los derechos laborales es la demanda de apoyo psicológico que, ante los posibles contagios y el cada vez mayor acoso laboral, trabajo estresante, por lo que resulta impostergable dicho apoyo tal y como lo establece la Cláusula 73 del CCT-IMSS: fomento a la salud y mejoramiento de la calidad de vida. Además que, por su parte, los patrones cumplan con las medidas de seguridad e higiene en los centros de trabajo que garanticen salud y vida de los trabajadores previniendo los riesgos de trabajo, accidentes y enfermedades a los que están laboralmente expuestos.
Claro que es obligación de los profesionales de la salud observar las medidas preventivas de seguridad e higiene que establecen los reglamentos y normas oficiales. Pero, la noción de enfermedad de trabajo se encuentra en referencia de todo estado patológico derivado de la acción continuada de una causa que tenga su origen o motivo en el trabajo y provocadas por virus, según establece la Ley Federal del Trabajo (LFT) en sus artículos 473, 475 bis y 513. Por tanto, los centros de trabajo deben cumplir con las condiciones acordes para las actividades dispuestas: baños, vestidores, guarda de útiles, ropa, mobiliario, uniformes, calzado cubre bocas, equipo de protección, desinfectantes, gel antibacterial y jabón.
El cumplimiento de los anteriores artículos de la Ley Federal del Trabajo corresponde a las respectivas comisiones de Seguridad e Higiene. Aunque los riesgos de trabajo son obligaciones del patrón –en este caso el Estado–: la atención médica, indemnizaciones y el salario íntegro. Ellos también tienen la obligación de proporcionar capacitación y adiestramiento siguiendo la LFT artículo 153 A y C.
Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en Los derechos humanos laborales (2017), promueve la cultura de la prevención de accidentes y enfermedades profesionales en el marco del artículo 123 constitucional (fracción XV); artículos 132, 473, 475 bis y 513 de la LFT; Reglamento Federal de Seguridad, Higiene y Medio Ambiente de Trabajo; Convenio 155-OIT, así como las respectivas Condiciones Generales de Trabajo y Contratos Colectivos.
En el mismo sentido, el Pliego de profesionales de la salud del Movimiento 22 de junio y la Asamblea Nacional de Enfermeras y Enfermeros de México, entre otros, demandan que, derivado del acuerdo que establece criterios en materia de administración de recursos humanos para contener la propagación del Covid-19 en dependencias y entidades de la administración pública (DOF 23/3/20) se instale una mesa de diálogo para que ellos dispongan de recursos materiales en cantidades suficientes; entrega inmediata de medicamentos para satisfacer al 100 por ciento los tratamientos; plazas de nueva creación de pie de rama; códigos inmediatos superiores con nombramiento de base definitiva con fundamento en los artículos 6 y 15 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado; aumento del número de plazas para médicos residentes; derechos adicionales para laborar en áreas nocivo-peligrosas incorporando a trabajadores precarios y médicos internos de pregrado, así como pasantes; revisión de tabuladores de puestos y salarios del Sistema Nacional en su conjunto (público, privado y social) garantizando el derecho al escalafón.
También demandan acordar mecanismos para la regulación de consultorios adyacentes a las farmacias y dignificación salarial de los médicos que los atienden; consolidar nombramientos definitivos para los profesionales regularizados y formalizados desde 2007 (Seguro Popular), además de los trabajadores que firman contratos por tiempo determinado, los de estabilidad laboral y Galenos Salud de la CDMX”.[27]
Si puntualizamos en lo anterior constatamos que en la actual Ley Federal del Trabajo (LFT) en el TITULO SEGUNDO CAPITULO III. En relación con la suspensión de los efectos de las relaciones de trabajo, en su Artículo 42. Son causas de suspensión temporal de las obligaciones de prestar el servicio y pagar el salario, sin responsabilidad para el trabajador y el patrón (Véase Anexo A).
Por otra parte, el llamado Estado “Moderno” exige el sacrificio de la población trabajadora desde un discurso en aras del progreso y del desarrollo de toda la sociedad, sin embargo, la voz de los trabajadores de la salud se hace escuchar al exigir condiciones de trabajo dignas, en tanto el gobierno trata de matizar y reducir el encono social a un mísero bono del 20% y un seguro de vida por su trabajo.
El Bono del 20 % equivalente al salario mensual, que se supone que será entregado a los trabajadores del sector salud incluido el IMSS. Lo cual significa en los hechos que dicho bono se encuentra condicionado primero a la restricción del tiempo, es decir, sólo tendría validez a partir del 23 de marzo a la fecha en que sea declarado el término de la emergencia sanitaria por el Covid-19 cuando todavía no habrá vacuna o cura para esta enfermedad. Lo cual también supone una posición del gobierno que estima que en el futuro no habría brotes, derivaciones, réplicas o situaciones nuevas de esta pandemia, por lo que es una medida meramente transitoria.
Al mismo tiempo, este Bono mensual será entregado sólo a los trabajadores que laboran en una de las 184 unidades médicas del IMSS y que mantienen contacto con pacientes de Covid-19. Como los médicos, enfermeras, camilleros y de más empleados que se encuentren en zona de Covid-19. Evidentemente el personal del sector salud no entraría en esta condición para recibir el bono, de igual manera los trabajadores limpieza que mantienen esquemas de contratación bajo la figura de la subcontratación.[28]
Para entender de qué tamaño es el reconocimiento que hace el gobierno a un sector de los trabajadores en el sector salud. En promedio un Médico Familiar en el IMSS en el 2020 tiene un salario base fijo mensual[29] de $10,459.20, el bono mensual sería de 2,091.84; un Médico para el traslado de paciente de urgencias, salario base fijo mensual $10,459.20, el bono mensual sería de $2,091.84; una Enfermera/o General, salario base fijo mensual $ 6,010.54, el bono mensual sería de $1,202.10; Enfermera/o Jefe de piso, salario base fijo mensual $8,340.30, con un bono mensual de $1,668.06 y, un Camillero de Unidades Hospitalarias, salario base fijo mensual $ 4,681.44, el bono mensual sería de $936.28.[30] Comparado con los múltiples incrementos al salario y prestaciones sociales otorgados al personal de las fuerzas armadas por el gobierno, resulta insultante. En noviembre del 2019, fue anunciado por AMLO un incremento al salario de las Fuerzas Armadas por encima de la inflación para el 2020.
“Lo del salario de los marinos, los soldados, está bien ganado. Es decir, merecen un incremento porque se han portado muy bien, sobre todo ahora que tienen como tarea, entre otras, pero la tarea principal de garantizar la seguridad pública”[31]
La lucha por la vida ha implicado para los trabajadores del sector salud muchísimas desventajas que son consecuencia inequívoca de la manera en que se estructura el mercado laboral bajo el cobijo del capitalismo, no solo estamos presenciando la apoteosis del sistema de salud y que más bien se encuentra en ruinas, es decir, la manera en cómo el Estado ha colocado a los trabajadores en general en todas las actividades de la economía por buscar sobrevivir. El total de contagios por el Covid-19 a nivel mundial al 2 de junio es de 450 mil trabajadores de la salud de acuerdo a una estimación hecha por el Consejo Internacional de Enfermeras,[32] en ese mismo sentido dan a conocer la cifra de aproximadamente 600 enfermeras en todo el mundo las que han fallecido al haberse contagiado del coronavirus, destacando que durante el mes de mayo se duplicó la cantidad.[33]
En México el total de contagios de trabajadores del sector salud al 28 de junio ascendió a 46 mil 013 casos[34] y, que respecto al 3 de junio con una cifra de 20 mil 270 casos[35] representó un incremento del 127% en tan solo 25 días; es necesario mencionar los casos de contagio registrados el 3 de junio, los cuales se desagregan de la siguiente manera: 8 mil 513 enfermeras y enfermeros para representar el 42%; después 6 mil 486 casos de médicos, para ser el 32% y, otros profesionales de la salud con 4 mil 662 casos para significar el 23%. La mayoría de estos casos proceden del IMSS, de la Secretaría de Salud y del ISSSTE. Asimismo, se registran al 2 de junio 270 defunciones, de las cuales 105 son de la Secretaría de Salud, 96 del IMSS y 48 del ISSSTE[36].
Es verdad que la pandemia por el Covid-19 en el proceso de contagio no distingue clases sociales. Sin embargo, la manera en cómo la burguesía y la clase trabajadora echan mano de sus condiciones sociales y materiales está definiendo incluso quién podría sobrevivir o morir.
Desde el 27 de febrero –día en que se registró el primer caso de Covid-19 en México- al 11 de julio, el número oficial de contagios es de 289 mil 174 casos[37] y esto desde luego seguirá creciendo en los próximos días con las decisiones tomadas por el gobierno de AMLO para acondicionar la vida a una nueva normalidad que, sin embargo, mantiene la misma normalidad capitalista: Las ganancias por encima de la vida misma. Y es que, en días recientes, actividades como la minería, la construcción, el sector automotriz y cervecero fueron catalogadas como actividades esenciales por parte de la actual administración. Sin embargo, esta nueva normalidad que se impondrá no asegurará de manera real las condiciones de salud necesarias y suficientes para el sector más marginado y golpeado del país, nos referimos a la clase trabajadora.
Quienes son más propensos a contagiarse por el nuevo virus son, al final, quienes no podrán pagar los servicios requeridos para una atención eficaz que asegure salvar la vida y una buena recuperación. Incluso los costos por las pruebas para detectar el virus son de por sí, elevados. En promedio los precios de estas pruebas en sitios privados oscilan los $3,100. En algunos lugares como Salud Digna, las pruebas tienen un costo de $1,300 y en contraparte, en Médica Sur puede llegar a costar el estudio básico del Covid-19 los $7,299.00, en este sentido, según el New York Times “Solo 0,4 personas de cada mil en México se hacen la prueba del virus, lejos de la proporción más baja entre las decenas de naciones de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que promedian unas 23 pruebas por cada mil personas”.[38] Para las personas que trabajan y no cuentan con algún tipo de seguro, este tratamiento sencillamente es impagable pues según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) el costo aproximado por paciente internado en un hospital privado es de $410,000[39]. Hasta ahora, la mayoría de los seguros de gastos mayores cubren la enfermedad por el Covid-19 siendo solo 1 –del cual no se especifica nombre- el que aún no la ha incluido por declarase pandemia. En total, la AMIS registra reclamos por 42 millones de pesos a 19 aseguradoras, 69% de quienes hacen uso de su seguro son hombres y 31% mujeres, ambos grupos de entre 30 a 59 años.
Si transportamos esto a la realidad en la lucha de clases donde la realidad se explica por sí misma, podemos advertir que existen más personas que no cuentan con ningún tipo de seguro y así quizás podremos entender el problema que realmente hace evidente la pandemia. Ya de por sí el Covid-19 en un problema muy grande pero éste se agrava por la desigualdad en las condiciones materiales que privan en las clases sociales para enfrentarlo, “de acuerdo con cifras de INEGI, sólo entre 5 y 10% de la población cuenta con dinero suficiente para hacer frente a una enfermedad o accidente grave”.[40] Por otro lado, los datos oficiales sobre personas infectadas y decesos, en los últimos días se volvieron el centro atención luego de que el New York Times afirmara que las cifras en México estaban maquilladas por la actual administración, el número de fallecimientos en la CDMX podría ser de más de tres veces la cifra oficial.
“Los médicos de los abrumados hospitales de Ciudad de México dicen que se está ocultando al país la realidad de la epidemia. En algunos hospitales los pacientes yacen en el suelo, tendidos sobre colchones. Hay personas mayores apoyadas en sillas de metal porque no hay suficientes camas, mientras que otros pacientes son rechazados y enviados a buscar espacio en hospitales menos preparados. Muchos mueren en esa búsqueda, dijeron varios médicos”.[41]
A esta revelación de datos por parte del New York Times se le adicionan elementos de la organización independiente. Quinto Elemento, que en un estudio menciona que el servicio de emergencia mexicano 911 durante los dos primeros meses del desarrollo de la pandemia por el Covid-19 recibió en la Ciudad de México 1,179 reportes de decesos posiblemente por el SARS-COV2, lo cual significa una cifra 3 veces mayor a los 329 casos reconocidos por la Secretaría de Salud. En este sentido, el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) aseguró que las llamadas fueron totalmente verídicas, pues se acudió a los domicilios donde fueron solicitados los apoyos de emergencia, confirmando la situación.[42] Por lo que la discrepancia en cifras incluso han sido aceptadas por el propio Subsecretario de Salud Hugo López Gatell “Hemos explicado que se podrían tomar las muestras correspondientes aun después de la muerte, pero esto raramente ocurre, entonces tenemos personas que pierden la vida y han tenido las condiciones clínicas sugerentes de Covid-19 pero no quedan registradas como tal porque no hay una demostración por laboratorio”,[43] por lo que se han presentado correcciones en las cifras sobre los fallecimientos a días y meses pasados.
Asimismo, de acuerdo con una investigación realizada por Mario Romero Zavala y Laurianne Despeghel y en la cual se estudia el exceso de mortalidad observado durante la pandemia que refiere a un proceso de cálculos y comparación sobre los decesos registrados en lo que va de la contingencia con el valor esperado con base en tendencias pasadas, la construcción de las cifras considera los fallecimientos por Covid-19 y los decesos por causas distintas que no pudieron ser atendidos por saturación en el sistema de salud o que simplemente no acudieron para recibir la atención médica por lo que: “A partir del cierre de marzo de 2020, se observa cómo la tendencia del año de 2020 se aleja de la de los años 2016 a 2018 a un ritmo que se acelera en abril y mayo. Se distingue un diferencial de cerca de 10 000 decesos al final de mayo, con base en la estimación para los 10 últimos días del mes.”[44] En resumen, al 11 de julio México registró 34 mil 730 fallecidos[45], para colocarse en quinto lugar a nivel mundial, superando a Francia con 29 mil 979 decesos, a España con 28 mil 401 casos, a India con 21 mil 654 casos, a Irán con 12 mil 447 casos, a Perú con 11 mil 314 casos, a Rusia con 11 mil 17 casos, a Bélgica con 9 mil 781 casos, a Alemania con 9 mil 125 casos[46], por lo que toma especial interés observar la tasa de letalidad en México que es de 10.9%.
El análisis no llega a rastrear la misma situación en el resto del país pero se puede intuir que el gobierno ha seguido la misma línea en el resto de entidades, tal como en Baja California, el gobernador de Morena Jaime Bonilla hizo girar la siguiente advertencia-señalamiento: “Se les instruye a todos los oficiales del Registro Civil de Baja California que derivado de la contingencia sanitaria por Covid-19, deberán de abstenerse de proporcionar cualquier información”.[47] A unos cuantos días de que se lleve a cabo el regreso a la normalidad, no se sabe con claridad cuánta gente está infectada y cuánta ha fallecido en el país a causa del virus. Nuevamente se impone la situación económica por encima de la salud, no hay condiciones seguras para las clases bajas pero si hay las condiciones de estabilidad económica para las grandes corporaciones. Quienes diariamente deben salir a trabajar, aun con todas las medidas de seguridad y prevención, estarán aceptando al virus al no poder tener más opción que la de enfermarse. En este país el costo de enfermarse tiene una semántica distinta, como si se tratara de un objeto, al salir a trabajar estaremos comprando el virus que no podremos pagar. No será algo que se pueda decidir no adquirir.
En México la tendencia sobre la inaccesibilidad a las instituciones de salud es expresión de la continuidad en la política de precarización de la clase trabajadora, en los últimos 15 años los trabajadores sin acceso a instituciones de salud en México han registrado un incremento del 24.60%. Es decir, En México para el 2005 había 27 millones 419 mil 587 trabajadores sin acceso a instituciones de salud, para el primer trimestre del 2020 la cifra registró un incremento a 34 millones 167 mil 349 trabajadores.
Con la actualización del TLCAN ahora T-MEC, resultado del nuevo pacto entre México, Estados Unidos y Canadá, advertimos que en el capítulo 23 que refiere a la parte laboral. Se hace alusión a las garantías que deberán ser promovidas en el mercado laboral de los tres países para configurar el nuevo desarrollo del trabajo. Sin embargo, ante la parálisis en las cadenas productivas de valor a escala mundial, han quedado reducidas a letra muerta, veamos los siguientes artículos:
Art. 23.6. Trabajo forzoso. “Las Partes reconocen el objetivo de eliminar todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio, incluido el trabajo infantil forzoso u obligatorio. Por consiguiente, cada Parte prohibirá, a través de medidas que considere apropiadas, la importación de mercancías a su territorio procedentes de otras fuentes producidas en su totalidad o en parte por trabajo forzoso u obligatorio, incluido el trabajo infantil forzoso u obligatorio”.
Art. 23.7. Violencia contra los trabajadores. “Las Partes reconocen que los trabajadores y los sindicatos deben poder ejercer los derechos establecidos en el Artículo 23.3 (Derechos Laborales) en un clima que esté libre de violencia, amenazas e intimidación, y el imperativo de los gobiernos para abordar de manera efectiva los incidentes de violencia, amenazas e intimidación contra los trabajadores. Por consiguiente, ninguna Parte fallará en abordar casos de violencia o amenazas de violencia contra trabajadores, directamente relacionados con el ejercicio o el intento de ejercer los derechos establecidos en el Artículo 23.3 (Derechos Laborales), a través de un curso de acción o inacción sostenido o recurrente en una manera que afecte el comercio o la inversión entre las Partes”[48].
Las plantas productoras de vehículos ligeros y pesados distribuidos a lo largo del país presionaron junto con gobernadores y políticos del gobierno actual para la llamada reactivación de la economía y reapertura en sus operaciones tras dos meses o más de parálisis en la cadena de producción de valor debido a la crisis sanitaria y por la injustificable insistencia tanto del gobierno de los Estados unidos como por el de México.
El Gobierno Federal concluyó el día lunes 1 de junio la Jornada Nacional de la Sana Distancia por la pandemia por el brote del Covid-19, aunque desde el 13 de mayo se decidió plantear como esenciales a las ramas industriales de la construcción, la automotriz y la minería para con antelación marcar el pretendido retorno a la actividad para los sectores económicos, incluidas las empresas ensambladoras o proveedoras de la industria automotriz. Esta reactivación de las industrias definidas desde ahora como “nuevas esenciales” -la construcción, minería y fabricación de equipo de transporte- arrancan sus actividades en el momento más álgido de la pandemia por el Coronavirus y en tanto el país se mantiene en alerta máxima por el alto riesgo de contagio y por el aumento exponencial de contagios observados durante la última semana de mayo y la primera semana de junio.
De cara a la reapertura, las empresas automotrices han modificado la organización del trabajo para garantizar la seguridad e higiene en sus operaciones, las cuales consisten en solamente hacer tomas de temperatura corporal a los trabajadores en los autobuses durante los trayectos de ida a la fábrica y de vuelta a casa, portar cubrebocas, un poco de gel antibacterial, lavarse las manos, y tratar de guardar en lo posible la sana distancia, este esquema súper básico de seguridad para la salud de los asalariados le representa a la empresa un costo aproximado de 80 pesos por trabajador. Mismo que se mitiga cuando se les pide para reiniciar a los trabajadores un aumento en la productividad del 15%, que representa 112 mil 900 pesos por asalariado cada día y, claro la promesa de no contagiarse en el trabajo para no perder su empleo.
Las autoridades federales marcaron que, entre los días 18 y el 31 de mayo, las empresas automotrices debían prepararse con la elaboración de protocolos sanitarios, capacitación de personal para la seguridad en el trabajo, readecuación de espacios (poner solamente un trabajador a verificar el paso de los trabajadores con cubre bocas y medir la temperatura) y procesos productivos, implementación de filtros de ingresos y la sanitización del espacio laboral (agua con un poco de jabón y/o cloro). En ningún caso se estableció por el gobierno federal hacer prueba alguna para evitarles costos a los ya castigados empresarios por las bajas ventas y por el covid-19.[49]
La industria automotriz comenzó su retorno a la actividad económica de forma gradual, desde el 18 de mayo con la adaptación de sus operaciones o mejor dicho con la simulación de protocolos que no son en nada cercanos a las reglas de aprobación científica, bajo lineamientos y medidas sanitarias por parte de la autoridad de la Secretaría de Salud, de la Secretaría del Trabajo y del presidente.
Varias armadoras y fabricantes de componentes automotrices reiniciaron con esquemas de horarios escalonados, con la clara intención de hacer más eficientes y productivos los turnos de trabajo, anulando cualquier posibilidad de los poros en la producción o tiempos muertos.
La mayor parte de los complejos producción de vehículos ligeros, auto motores, de vehículos pesados y de autopartes automotrices que se encuentran distribuidos en 15 entidades del país reactivaron sus operaciones, tras dos meses o más de paro debido a la crisis sanitaria y en medio de las dudas por la alta cifra de contagios y del número de muertes por el Covid-19; que dicho sea de paso, solamente en la Zona Metropolitana del Valle de México del 1 de abril al 4 de junio van acumulados según datos del propio gobierno local un total de 8 mil 526 muertes registradas por Covid-19 en hospitales, cifra que choca con la cifra reportada por el Gobierno Federal que es de 4 mil 355 muertos, es decir, existe una diferencia del 95%, ¿a qué se debe esta diferencia? ocultamiento, error u omisión, esto sin contar el número de muertos en hogares.
Para el capital son perfectamente sacrificables los trabajadores en aras de mantener encendidas las cadenas de valor, como es el caso de las maquilas en México ¿cuántos trabajadores han fallecido por esta situación?
La contingencia por la pandemia de Covid- 19 que se ha desplegado alrededor del mundo ha tenido consecuencias fatales para muchas personas. El peligro de un final abrupto se agudiza al no llevar las medidas adecuadas para afrontar esta pandemia. Este ha sido el final de muchas personas que por cuestiones económicas no han podido dejar de trabajar, también ha sido el destino de personas cuyas condiciones de trabajo no responden a las medidas adecuadas, este fue el caso para muchas personas que laboraban en el sector maquilador en México.
El pasado mes de mayo, obreros y obreras de maquilas de Ciudad Juárez en Chihuahua se manifestaban ante las arbitrariedades que habían sufrido desde que inició la contingencia sanitaria por el Covid-19, señalaban que muchas personas habían sido despedidas sin la liquidación que les correspondía, además, decían que, a pesar de la necesidad de suspender labores en centros de trabajo por contagios, les obligaban a trabajar incluso estando enfermos. Entre los hechos más graves que denunciaban, era la muerte de trabajadores y trabajadoras por Covid-19, misma enfermedad que habían contraído en el centro de trabajo, donde a pesar de estos hechos no existían las medidas de sanidad adecuadas. Según comentaban en ese momento, muchas otras maquilas reanudaron actividades el 18 de mayo de forma ilegal, sin importarles en lo más mínimo la vida y salud del personal de los trabajadores.
Según declaraciones de la Secretaría de Salud del estado de Chihuahua, por medio del vocero Arturo Valenzuela Zorrilla solo había reconocido 17 decesos de personal que trabajaba en la maquila hasta el mes de mayo, cuyas causas atribuían a que la maquila -principalmente automotriz, aeronáutica y militar- simuló suspender operaciones sólo por tres o cuatro días, pero siguió activa y ofreció un bono de 500 a mil pesos semanales para laborar durante la cuarentena;[50] ante esto los manifestantes declararon que habían más de 104 decesos documentados[51] en Ciudad Juárez y que incluso la cifra podía ascender a más de 200.[52] Las empresas de donde hay registro de decesos de trabajadores por Covid-19 son: Lear, Mahle, Electrocomponentes de México, Electrolux, Hubbell, Commscope, Toro Company, Ethicon, Cordis, Syncreon, Flex, Key Tronic, Optron, TPI, Foxconn, Columbasasí, Regal y Honeywell.
La abogada laboral Susana Prieto Terrazas mencionaba que en tres plantas de Lear (Río Bravo; San Lorenzo, Johnson y Johnson, Aptiv y Eagle Ottawa) habían más de 30 trabajadores fallecidos, también decía que en la maquiladora de la empresa Regal contaba ya con 10 víctimas,[53] Syncreon con 6 decesos, 7 víctimas en Electrolux, 10 en Electrocomponentes de México, 9 en Foxconn Santa Teresa, 6 en Foxconn Las Torres, dos o más en Toro Company, y una en Columbusasí.[54] Otra declaración de la abogada fue que casi el 95% de la maquila en Ciudad Juárez se encontraba laborando, y que las empresas que pararon lo hicieron por la falta de insumos de exportación, también dijo que 85% de las muertes por el virus en el área de Ciudad Juárez, Tijuana, Baja California y Culiacán Sinaloa, eran de obreros –misma cifra que respalda mediante las denuncias públicas y legales de los familiares de las víctimas mortales–.
Por otro lado, en la rama energética PEMEX supera 400 fallecimientos por esta enfermedad[55]. La empresa detalló que 109 personas eran jubiladas, 93 familiares de empleados y 102 trabajadores más 3 externos[56]. PEMEX afirma que la propuesta de prevención ha logrado contener el avance del virus sin embargo, trabajadores y trabajadoras de las plataformas petroleras han afirmado que no trabajan con los insumos necesarios, el personal médico de algunas zonas trata de hacer pasar los malestares por los de una gripe común para evitar la alarma entre los empleados. El testimonio de un empleado aclara más la situación, pues “ha sido testigo del mal manejo de la situación. Denuncia que ni siquiera el equipo de protección personal (EPP) se les está dando, por lo que ellos mismos tienen que comprarlo. En su caso gasta mil pesos al mes, pues requiere de un equipo más especializado. Otros con labores más sencillas desembolsan, en promedio, 500 pesos”.[57] Mientras que ya desde Abril, familiares denunciaban desde las redes sociales el mal actuar de la empresa para con los trabajadores, muchos de los cuales no volvieron nunca más a tierra para ver a sus familias.
La CDMX no ha sido la excepción en cuanto a fallecimientos causados por la nula responsabilidad por parte de las empresas, uno de los grupos más vulnerables ha sido el del sector de limpieza de la ciudad. Líderes sindicales han señalado alrededor de 94 muertes por síntomas asociados a Covid-19, las condiciones son idénticas; falta de prevención por parte de los empleadores, casi nula repartición de insumos de protección e higiene y pésimas condiciones laborales. Hugo Alonso Ortiz, secretario general de la sección 1, Transporte y Limpia, del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México resalta que “de 20 días a la fecha se han recrudecido los decesos y que la Alcaldía de Iztapalapa es la demarcación donde se han presentado más casos, con 26 fallecimientos”[58], en la Alcaldía Venustiano Carranza se registran por lo menos 12 decesos y trabajadores del gremio han expresado que el poco equipo recibido es inapropiado e insuficiente, además de los riesgos a los que se han tenido que enfrentar debido a la mala división de desechos por parte de la gente, ya que han tenido que lidiar con desecho de gente con Covid-19 que no son guardados en bolsas especiales que les hagan saber qué tipo de desperdicio están manipulando.
Lamentablemente, estos casos no serán los únicos, de hecho, parece ser que irán aumentando ahora que, poco a poco se retorna a las actividades habituales. Y así mismo, ya hay otros casos de violación de derechos laborales e irresponsabilidad empresarial para con trabajadores y trabajadoras, como el caso de Ómnibus de México, General Motors, ISSSTE, TelVista, entre tantas otras que han recibido denuncias por parte de sus empleados.[59]
Con la presencia del Covid-19 se ha puesto de manifiesto la intención por los Estados y los capitalistas por acelerar la anulación de la cobertura social que aún vivían millones de trabajadores a nivel mundial. Muchos Estados pretextan que el mantener las prestaciones sociales pondría en riesgo los planes de recuperación económica, esta visión podría abonar con el aumento no sólo de la pobreza si no de la pobreza extrema para millones de personas. De acuerdo con la OIT son aproximadamente cuatro mil millones de personas las que carecen de seguridad social, es decir, el 55% de la población mundial y, de los trabajadores que se encuentran desempleados sólo el 20% tendría la posibilidad de ejercer el derecho a alguna prestación. La misma OIT considera que la crisis sanitaria por el Covid-19 hace evidente el déficit que prevalece con todas aquellas prestaciones dirigidas a la salud para enfrentar la pandemia, es así que ante esta situación carente para los trabajadores significa costear de manera propia por lo que tienen que asistir al trabajo. Los Estados deberían estar actuando con medidas que no fueran solo paliativo y que implicaran un mayor destino de los recursos estatales al sector salud haciendo valer los derechos humanos por el acceso garantizado a la salud, a la seguridad social y en consecuencia a la vida misma.[60]
La clase trabajadora a nivel mundial hoy vive una profunda flexibilización en los mercados de trabajo, que se ha expresado con peores condiciones laborales, dislocando aún más las formas de contratación, la duración de las jornadas de trabajo, trasladando el trabajo hacia los domicilios de los trabajadores, con lo cual los capitalistas estarían disminuyendo el costo y las prestaciones sociales y el salario nominal y real, abaratando aún más el precio de la fuerza de trabajo. Esto último coloca como escenario una caída exponencial en los ingresos a nivel mundial de 2 mil 650 millones de trabajadores de acuerdo con el Banco mundial y la propia OIT.[61]
El caso de los Estados Unidos de América. No podemos soslayar, que fue durante 1935 que en los EU como consecuencia de la gran depresión de 1929 se creaba un proyecto de ley sobre el sistema de la seguridad social, de esta forma el Estado intervenía en la economía tratando de solventar las carencias de las empresas capitalistas, por lo que el sistema de pensiones y todo lo que conllevaba el plan de jubilación de los trabajadores estadounidenses. Sin embargo, ochenta y cinco años después el sistema de seguridad social se encuentra totalmente agrietado y cayéndose a pedazos por los vaivenes del mercado mundial y las exigencias del sistema financiero por lo que el gobierno estadounidense no tiene las posibilidades de mejorar significativamente el sistema de prestaciones sociales.
Para los trabajadores de los Estados Unidos y de los llamados países desarrollados, la pandemia por el Covid-19 y la crisis en proceso están marcando el fin del llamado “primer mundo laboral”, por lo que se está profundizando la desaparición de las grandes conquistas Laborales.
Si consideramos los distintos tipos de contratación y los tipos de trabajadores que actualmente integran la población económicamente activa de los EU. Podemos decir que en el corto plazo serían afectados frontalmente en sus prestaciones sociales el 52.5% de los trabajadores del campo, de la ciudad y de los que se ubican en el sector de la ciencia, con lo cual estaría comenzando un proceso de presión hacia otras latitudes del mundo para generalizar una nueva etapa de precarización en las condiciones laborales de todos los trabajadores en todos los sectores. A continuación, un cuadro para el 2020 donde se puede observar el nivel de precarización en el que se ubica la clase trabajadora en los EU y en México.
El caso de México. Lo que han tenido que hacer las familias mexicanas es integrar, por lo menos, a tres miembros al mercado laboral, en condiciones de subcontratación y sin prestaciones, de suerte que, para el primer trimestre del 2020, eran ya 13 millones 93 mil 740 trabajadores subordinados y remunerados sin prestaciones.
Una falsa idea que ha surgido en torno a la flexibilización es que sólo opera en el empleo formal. Esto es relativo, ya que el trabajo del sector informal se ha caracterizado por la falta de contrato, de seguridad social, de prestaciones, derechos laborales, y el trabajo por horas. Si bien, es cierto que la flexibilización del trabajo informal no es causa directa de la reforma laboral aprobada en México por el Congreso de la Unión en el 2012 durante el gobierno del panista Felipe Calderón Hinojosa, ésta sí impactó en el crecimiento de este sector, pues derivado de la inestabilidad que generó la reforma al precarizar el trabajo, las personas se vieron obligadas a buscar otros medios de subsistencia, encontrando trabajo en este sector que les permite subsanar sus ingresos. Es decir, la reforma laboral emparejó la precariedad de los trabajadores del sector informal a los trabajadores que laboran de manera formal.
Las y los trabajadores que han tenido que adaptarse a condiciones laborales en completa desventaja jurídica y organizativa va en ascenso, es el caso particular de los trabajadores subordinados y remunerados sin contrato por escrito en México y que dan cuenta del proceso de flexibilización y subcontratación imperante en la fase neoliberal, en el 2005 eran 13 millones 435 mil 972 asalariados, para el primer trimestre del 2020 aumentaron a 17 millones 186 mil 627 trabajadores, por lo que ha continuado avanzando la inestabilidad laboral.
De la misma manera, los grandes beneficios de la subcontratación para los empresarios consiste en la nulificación de los derechos laborales explicados en la contratación: continuidad en el empleo, antigüedad, escalafón, seguridad en el empleo, etcétera. Por otro lado y no menos importante está la casi eliminación del derecho a huelga. En la siguiente gráfica sobre los trabajadores subordinados y remunerados que laboran sin tener contrato por escrito, podemos constatar el aumento sistemático de los asalariados que laboran sin firmar un contrato, lo cual significa una total desventaja del trabajador frente al patrón.
Las consecuencias sociales y laborales que tendrá el aumento del desempleo mundial y la pérdida de las fuentes de trabajo por la pandemia de Covid-19, son una clara muestra de una guerra que como pocas veces se ha visto en contra de las y los trabajadores del mundo.
De acuerdo con el propio Banco Mundial y la OIT existe una pérdida a nivel mundial de 350 millones de empleos para el 2020, lo cual tendrá irremediablemente los siguientes efectos: i) en las formas de contratación en todo el mundo, dejando en la informalidad a prácticamente 2 mil 150 millones de trabajadores, lo que significa prácticamente un tercio de la población mundial, algo así como el 55% de población mundial que se encuentra en condiciones de trabajar, desencadenando por un lado, un mayor número de conflictos laborales en el mundo y, por otro lado, una mayor presión hacia las direcciones sindicales para ceder en las necesidades de los capitalistas por instrumentar una serie de medidas que permitan aumentar los niveles de explotación y de precarización de los trabajadores buscando contrarrestar la caída tendencial de la tasa media de ganancia; ii) Con una reducción de la contratación formal y con un incremento en la informalidad laboral, al impactar las formas de contratación con el objetivo de disminuir las prestaciones sociales –los gobiernos y los partidos políticos estarían presionando a los sindicatos para conseguir dicho objetivo–; iii) A partir de la pandemia por el Covid-19, la creación y fomento de la llamada “contratación escalonada con objetivos de salud”, frase utilizada por los presidentes Donald Trump, Jair Bolsonaro y, López Obrador; y iv) La fragmentación de las formas de organización y resistencia laboral –terminar por desaparecer los grandes sindicatos–.
En el caso de México, en cuanto a la tasa de desocupación del INEGI. Las cifras publicadas sobre este indicador no parecen ser lo suficientemente consistentes, sobre todo frente a la realidad que se está viviendo en el mercado de trabajo mexicano ante la emergencia sanitaria por el Covid-19. Para el cuarto trimestre del 2019 la población desocupada fue de 1 millón 942 mil 71 trabajadores desocupados, sin embargo, para el primer trimestre del 2020 (enero-marzo) la cifra pasó a 1 millón 976 mil 60 trabajadores desocupados, es decir, la diferencia nacional fue de un incremento de 33 mil 989 desocupados, lo cual no cuadra con la realidad, sobre todo por los importantes cambios que se están produciendo en el mercado laboral mexicano derivados de la pandemia.
Al analizar a la población no ocupada -pero que tiene la disponibilidad para emplearse y buscar trabajo aunque no de manera activa-, durante el periodo en que se ha producido la pandemia por Covid-19, refleja que para el mes de marzo del 2020 ya habían 5 millones 900 mil trabajadores que pasaron durante el mes de abril a 20 millones de personas[62], es decir, un 25% más con respecto al mes anterior y que habla de las dificultades que se están enfrentando en el mercado interno, primero porque los trabajadores sabedores de los niveles de desempleo y las formas y condiciones con las que se está contratando y sobre todo porque el problema de la pandemia está muy lejos de ser resuelto –por lo menos en este año y a principios del próximo año no sucederá-, es que si bien necesitan trabajar podrían estar optado por esperar.
Otro dato importante sobre el desempleo. De acuerdo con un estudio de BBVA sobre el empleo formal, se estima que durante los meses de marzo y abril del 2020 existen 686 mil trabajos perdidos, cifra que podría aumentar a 1 millón 500 mil, como consecuencia de las medidas económicas adoptadas por el gobierno, mismas que no han logrado revertir la paralización y la desaceleración económica. Asimismo, se menciona que en el terreno de los trabajos formales se han perdido 494 mil empleos en los primeros cuatro meses del año, lo que representa un retroceso de al menos dos años en la generación de empleos formales, y que de manera tendencial se podría agudizar la pérdida de empleos de manera sectorial como ha sucedido con crecimiento negativo en la industria de la construcción durante los últimos 15 meses.[63]
Los trabajadores mexicanos han visto deteriorado su salario de manera tendencial en por lo menos las últimas cuatro décadas, que es lo que va de la fase neoliberal y que se entiende que a través de la llamada flexibilización laboral fue que el salario nominal creció a ritmos muy bajos –en el 3 y el 5 por ciento anual- para que como estrategia laboral pudiera el Estado mexicano ofertar a nivel mundial una mano de obra barata y productiva reduciendo uno de los costos de operación más importantes en la cadena de valor, beneficiando directamente a los capitalistas.
Sin embargo, en México, producto de la pandemia por el Covid-19, dicho deterioro salarial se acentuó en pocos meses; las principales empresas contratistas de la construcción, de la industria automotriz, de la electrónica, el comercio y el turismo, han reducido en los hechos 25% de los salarios de los trabajadores,[64] lo que está provocando una disputa intersectorial entre los trabajadores por mantener el empleo incluso a costa de aceptar peores condiciones salariales y laborales.
Por esta razón, es importante para la clase trabajadora el indicador que le permite observar el verdadero comportamiento es el del salario real, que históricamente encuentra su nivel máximo en el año de 1976, para después caer estrepitosamente de manera tendencial como lo podemos observar en la siguiente gráfica. Si colocamos el año de 1976 igual a 100, podemos decir que la brecha existente corresponde al nivel de empobrecimiento en el poder adquisitivo del salario y, por ende en los niveles de vida y de consumo de los bienes salario de los trabajadores.
En consecuencia, la clase trabajadora mexicana ha padecido durante la fase neoliberal una política salarial regresiva que ha tenido como consecuencia sobre todo en los últimos 15 años un proceso de contracción en los niveles salariales como se puede observar en el siguiente gráfico, para el año 2005 los trabajadores con un ingreso mayor a 0 y hasta 3 Salarios Mínimos eran 23 millones 718 mil, para el primer trimestre del 2020 aumentó 73%, es decir, pasó a 40 millones 928 mil asalariados; por otro lado, los trabajadores con un ingreso mayor a 3 Salarios Mínimos en el 2005 eran 12 millones 987 mil, para alcanzar la cifra de 5 millones 250 mil al primer trimestre del 2020, lo cual representó una caída del 60%.
Por lo anterior podemos decir, que tendencialmente existe un proceso de contracción y compactación del salario hacia la baja en por lo menos últimos quince años del neoliberalismo, que está empujando a grandes segmentos de asalariados que tenían ingresos mayores a 3 salarios mínimos hacia los dos primeros niveles de ingreso que van entre 1 y 2 salarios mínimos. Lo cual representa sin lugar a dudas para la clase trabajadora una pérdida significativa de su poder adquisitivo y en consecuencia ver reducidas sus expectativas de acceso a un mejor nivel y calidad de vida, lo cual va a provocar un incremento de la miseria y, claro sin dejar de señalar que esto está sucediendo en la economía de carácter formal.
Si bien durante los últimos años el salario mínimo nominal ha tenido aumentos de 16% pasando de $102 pesos diarios a $123 pesos, vemos que en contrapartida aquellos trabajadores que tenían niveles por encima de los 3 salarios mínimos han disminuido entre 1 y 3 salarios mínimos, dando como resultado un empobrecimiento al observarse una pérdida en su nivel de ingreso, salarial, de vida y del poder adquisitivo del salario. Al respecto, en los próximos días daremos a conocer el reporte de investigación del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM sobre el salario mínimo y su poder adquisitivo.
Tan solo durante el mes de abril del 2020, de acuerdo con INEGI, fueron registrados 12 millones de trabajadores que dejaron de contar con ingresos, producto en gran medida por la parálisis que se está viviendo en la economía mexicana,[65] seguro esta estimación realizada por el INEGI vía telefónica involucra a muchos trabajadores que laboran en el terreno de la economía informal, pues el dato que dan en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo referente a los trabajadores que no reciben ingresos es de 2 millones 908 mil 620 trabajadores[66].
Las y los trabajadores para tratar de nivelar su calidad de vida, han tenido que aumentar el tiempo para trabajar, rebasando las 8 horas de duración de una jornada de trabajo que por ley se establece, por lo que se normalizaron las jornadas de trabajo de 12 o hasta 16 horas por día, tan sólo en 1988 ya existían 2 millones 336 mil 316 trabajadores que laboraban más de 48 horas a la semana, para el 2019 la cifra alcanzó los 15 millones 451 mil 507 trabajadores, lo cual representa una tasa de crecimiento acumulada del 561%, es decir, el gobierno mexicano durante la fase neoliberal ha precarizado brutalmente el mercado de trabajo.
Para el primer trimestre del 2020, se observa una disminución del número de trabajadores que han tenido que laborar más de 48 horas a la semana, y es que se debe en gran medida al incremento del desempleo y como resultado de la implantación del llamado “Teletrabajo” o trabajo en casa, que en realidad implica rebasar por mucho la barrera de las 48 horas a la semana, pues el trabajador diariamente para cumplir con los estándares de productividad laboral se impone jornadas de trabajo que sin menoscabo extienden hasta las 16 horas diarias, con grandes ahorros en costos de producción para los empresarios.
¿Podríamos regresar con la nueva normalidad?
Es importante hacer énfasis en que la manera en cómo se organiza la clase trabajadora para enfrentar el desmoronamiento de los mercados de trabajo producto de las condiciones sociales y materiales a las que ha sido sometida, es un logro objetivo real de los capitalistas y el Estado.
Tratar de hablar de una “nueva normalidad” ante lo que se ha vivido con la pandemia por el Covid-19 supone restablecer de otra manera a favor de la plusvalía todos los circuitos sobre las relaciones de dominación, explotación, pobreza, desempleo, trabajo precario, por lo que estaríamos ante la intentona por implementar una propuesta para sobrevivir la vida muy parecida a la anterior normalidad capitalista.
Por lo anterior es que hacemos dos inferencias que estarían en el horizonte del análisis tendencial a mediano y largo plazo del sistema de explotación como base del capitalismo.
La primera inferencia. Alcanzaría un razonamiento de largo alcance de tipo estructural, en el seno de la lucha de clases, sobre la disputa entre las principales clases antagónicas del capitalismo. Es decir, entre los capitalistas –dueños de los medios de producción– y los trabajadores asalariados –dueños de su fuerza de trabajo–, con lo cual se definiría la naturaleza y desarrollo de los espacios de acumulación de capital en medio de una crisis tendencial potenciada por la pandemia sanitaria por el Covid-19. Dicha redefinición transgrede de forma directa en la nueva configuración de los mercados laborales en dos niveles; el primero, con base en la exacerbación en los procesos de explotación de la fuerza de trabajo para aumentar la obtención de la plusvalía, y el segundo, desde la incidencia de los movimientos sociales o asociaciones sindicales laborales que buscarán mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores. Esta visión procede de la Crítica de la Economía Política, la cual se vincula a un tipo de espacio en específico con características bajo un objetivo que en términos históricos tendrá derivaciones trascendentales en la definición de la sociedad capitalista, en otras palabras, de estas circunstancias se producirá el perfil en el que se formalizará la llamada acumulación de capital y el signo bajo el cual se establecerá la manera en la que se levanta la nueva base de la individualidad y por ende el enlace en el que como sociedad concebimos las formas en las que nos relacionamos, la libertad y la defensa por la vida.
La segunda inferencia. Frente a la crisis tendencial y a la pandemia por el Covid-19, el arriba requiere de la producción de un discurso político que ha sido socialmente generalizada y encarnada en diversas fuerza políticas que buscaría resolver las fallas en el capitalismo colocándolo como un problema de índole económico moral, es decir, trata de ejercer un juicio de honestidad para cuestionar la corrupción como elemento generador de marginación sobre el bienestar social y no producto de la explotación y precarización del trabajo que se expresa en los bajos salarios, la precarización, el despojo, y la destrucción del medio ambiente, inhibiendo las formas de acceso promovidas desde las políticas públicas por el Estado, por lo que trasladan el problema de la pobreza y la marginación al ámbito del emprendedurismo, en el que los individuos a partir del acceso a un cierto tipo de oportunidades podrán acceder a un tipo de bienestar social totalmente anacrónico.
Por lo tanto, el sistema capitalista va a seguir exigiendo relaciones sociales de producción que reproduzcan una masa de individuos mediados por un consumo de mercancías que será el espejo de su vida, primero desde que este individuo consume su cuerpo y su cerebro en el ciclo de la producción capitalista para valorizar y después al consumir mercancías que moldeen el modo de vida (la manera en que desarrolla su vida afuera de la esfera de la producción) de los trabajadores reproduciendo su vida como fuerza de trabajo. En otras palabras, en el capitalismo, cualquier cambio para nivelar la caída tendencial de la tasa media de ganancia implica acentuar la baja calidad de vida de la clase trabajadora y consigo lo que puede consumir y que cada vez será de menor calidad para buscar reproducir su fuerza de trabajo, dada la desigual distribución de la riqueza social. De esta forma, se encuentran limitados los medios de vida para el consumo de la clase trabajadora, misma que asumirá el consumo de mercancías nocivas para su salud y se puede razonar la Ley General de Acumulación Capitalista enunciada por Marx. “Está ley determina una acumulación de miseria equivalente a la acumulación de capital. Por eso lo que en un polo es acumulación de riqueza es, en polo contrario, es decir en la clase que crea su propio producto como capital, acumulación de miseria, de tormentos del trabajo, de esclavitud, de despotismo y de ignorancia y de degradación moral”.[67] Podemos establecer como corolario de dicha ley la siguiente hipótesis: En las formaciones Económico Sociales dominadas por el Modo de Producción Capitalista, a un incremento en la acumulación del valor corresponderá un decremento tendencialmente equivalente, de las capacidades orgánicas y de las capacidades mentales del grupo humano que realiza la producción. Por lo que se establece una ecuación simbiótica: El incremento de la Plusvalía que se requiere para tratar de nivelar la tasa media de ganancia significará tendencialmente el equivalente al deterioro de la salud producto del empobrecimiento de la clase trabajadora.
Ante la crisis de la matriz del fordismo-keynesianismo fue imperiosa la reconfiguración del mundo del trabajo latinoamericano, lo cual dialécticamente presupone un proceso hacia la transformación categorial del proletariado y por ende un cambio estructural en el trabajo asalariado, produciendo la actualización del concepto de explotación en el seno de la instrumentación de nuevos estándares de explotación del trabajo basados en el flexibilización, resignificando el eje de valorización a partir de la planificación del trabajo que se ha cimentado a partir del trabajo intensivo como fuente generadora de plusvalía, estableciendo una visión transhistórica del trabajo y del proceso de trabajo. Sin embargo, esta visión hegemónica sobre las formas de organización de la fuerza de trabajo y ante los puntos de inflexión que se están observando con la pandemia por el Covid-19 se encuentran agotados, estamos en un momento de transformación histórica del trabajo asalariado, el cual estará marcado por los procesos de acumulación de capital que requiere intrínsecamente del trabajo asalariado en tres niveles fundamentalmente; 1) en el proceso de conservación del valor; 2) en la transferencia de valor y 3) en la generación de nuevos valores de uso. Y que presupone que previamente se garantice el que se haya acumulado un conjunto específico de riqueza material dirigido a la producción por diligencias capitalistas, es decir, por la readecuación del orden jurídico estatal a través de leyes tales como decretos, reformas, normas, códigos, que son la síntesis y visión de la clase en el poder, misma que será administrada burocráticamente por la clase política desde las instituciones del Estado y que necesariamente implicarán nuevas reformas laborales, la cuales violentaron el derecho a la organización de los trabajadores en al menos los siguientes elementos: a) Los contratos no colectivos individualizan los derechos, condicionando la libertad sindical; b) Impide la organización dentro de las empresas y la repartición de propaganda con fines organizativos, manipulando la regulación de estatutos; c) Neutraliza la posibilidad de conformar organizaciones que representen a los trabajadores y sean diferentes a los sindicatos permitidos; d) Frena las demandas que busquen mejorar las condiciones laborales y salariales ya sean directas o indirectas; e) Contiene la posibilidad de una huelga.
Por lo tanto, podemos decir que la precarización del mundo del trabajo se presenta como consecuencia directa de la modernidad decadente capitalista inmersa en el proceso de valorización del capital, es decir, es una de las dimensiones del metabolismo del capital, que va desde la depredación del medio ambiente, hasta la producción de nuevos valores de uso que ponen en entredicho la posibilidad de un proyecto de vida basado en la vida misma, es decir, subsumiendo el valor de uso como forma aparentemente natural al valor de cambio.
También podemos decir que la tendencia intrínseca del capital de expandir la valorización de valor, por mercantilizar todo a su paso, por extender su dominación y por apropiarse del trabajo vivo, encontrará siempre resistencia del valor de uso a ser disuelto, al optar por el mundo de la vida. Es un conflicto que en América Latina se produce cotidianamente de manera excepcional al colocarle diques al capital, expresándose como una modernidad extraña donde el valor de cambio encontrará problemas para realizarse, al haber una resistencia permanente del valor de uso por ser subsumida por el capital, es decir, los mundos de la vida agraria, las socialidades comunitarias, las formas de entender la vida, las formas de entender el tiempo, la relación sagrada con la naturaleza son elementos que ha intentado negar el capital pero que no lo ha conseguido de forma absoluta y por tanto representa la utopía real por la liberación de la vida.
Ley Federal del Trabajo (LFT) en el TITULO SEGUNDO CAPITULO III. En relación con la suspensión de los efectos de las relaciones de trabajo, en su Artículo 42. Son causas de suspensión temporal de las obligaciones de prestar el servicio y pagar el salario, sin responsabilidad para el trabajador y el patrón.
Y en el Artículo 43.-La suspensión surtirá efectos:
En los casos de las fracciones I y II del artículo anterior, desde la fecha en que el patrón tenga conocimiento de la enfermedad contagiosa o de la en que se produzca la incapacidad para el trabajo, hasta que termine el período fijado por el Instituto Mexicano del Seguro Social o antes si desaparece la incapacidad para el trabajo, sin que la suspensión pueda exceder del término fijado en la Ley del Seguro Social para el tratamiento de las enfermedades que no sean consecuencia de un riesgo de trabajo.[68]
En el TÍTULO CUATRO. Derechos y Obligaciones de los trabajadores y patrones. Capítulo 1.Obligaciones de los patrones.
Artículo 132.- Son obligaciones de los patrones:
I.- Cumplir las disposiciones de las normas de trabajo aplicables a sus empresas o establecimientos;
III.- Proporcionar oportunamente a los trabajadores los útiles, instrumentos y materiales necesarios para la ejecución del trabajo, debiendo darlos de buena calidad, en buen estado y reponerlos tan luego como dejen de ser eficientes, siempre que aquéllos no se hayan comprometido a usar herramienta propia. El patrón no podrá exigir indemnización alguna por el desgaste natural que sufran los útiles, instrumentos y materiales de trabajo;
XV.- Proporcionar capacitación y adiestramiento a sus trabajadores, en los términos del Capítulo III Bis de este Título.
XVI.- Instalar, de acuerdo con los principios de seguridad e higiene, las fábricas, talleres, oficinas y demás lugares en que deban ejecutarse las labores, para prevenir riesgos de trabajo y perjuicios al trabajador, así como adoptar las medidas necesarias para evitar que los contaminantes excedan los máximos permitidos en los reglamentos e instructivos que expidan las autoridades competentes. Para estos efectos, deberán modificar, en su caso, las instalaciones en los términos que señalen las propias autoridades;
XVII.- Cumplir las disposiciones de seguridad e higiene que fijen las leyes y los reglamentos para prevenir los accidentes y enfermedades en los centros de trabajo y, en general, en los lugares en que deban ejecutarse las labores; y, disponer en todo tiempo de los medicamentos y materiales de curación indispensables que señalen los instructivos que se expidan, para que se presten oportuna y eficazmente los primeros auxilios; debiendo dar, desde luego, aviso a la autoridad competente de cada accidente que ocurra;
XVIII.- Fijar visiblemente y difundir en los lugares donde se preste el trabajo, las disposiciones conducentes de los reglamentos e instructivos de seguridad e higiene;
XIX.- Proporcionar a sus trabajadores los medicamentos profilácticos que determine la autoridad sanitaria en los lugares donde existan enfermedades tropicales o endémicas, o cuando exista peligro de epidemia;
XXIV.- Permitir la inspección y vigilancia que las autoridades del trabajo practiquen en su establecimiento para cerciorarse del cumplimiento de las normas de trabajo y darles los informes que a ese efecto sean indispensables, cuando lo soliciten. Los patrones podrán exigir a los inspectores o comisionados que les muestren sus credenciales y les den a conocer las instrucciones que tengan;
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[1] Manifiesto del Partido Comunista.
[2] BBC NEWS MUNDO. La economía y el coronavirus: los negocios ganadores y los sorpresivos perdedores durante la pandemia. 14 de mayo del 2020. En Internet: https://www.bbc.com/mundo/noticias-52647431
[3] Op Cit.
[4] Op Cit.
[5] Op Cit.
[6] http://poblacion.population.city/world/
[7] BBC NEWS MUNDO. Coronavirus: el mapa que muestra el número de infectados y muertos en el mundo por covid-19. 29 de junio del 2020. En Internet: https://www.bbc.com/mundo/noticias-51705060
[8] BBC. Coronavirus: ¿Quiénes están ganando dinero con la pandemia? En internet: https://www.bbc.com/mundo/noticias-51710459
[9] BBC NEWS MUNDO. La economía y el coronavirus: los negocios ganadores y los sorpresivos perdedores durante la pandemia. 14 de mayo del 2020. En Internet: https://www.bbc.com/mundo/noticias-52647431
[10] BBC. Coronavirus: cómo la crisis por el Covid-19 beneficia Jeff Bezos y provoca multimillonarias pérdidas a los 500 más ricos del mundo. En Internet: https://www.bbc.com/mundo/noticias-52304139
[11] SPUTNIK. Estas son las 25 familias más ricas de todo el mundo. En internet: https://mundo.sputniknews.com/economia/201908111088341685-estas-son-las-25-familias-mas-ricas-de-todo-el-mundo/
[12] Op Cit.
[13] SPUTNIK. Las 2000 personas más ricas del mundo poseen más que la mitad de la humanidad. 21 de enero de 2020. En Internet: https://mundo.sputniknews.com/sociedad/202001211090192259-las-2000-personas-mas-ricas-del-mundo-poseen-mas-que-la-mitad-de-la-humanidad/
[14] SPUTNIK. Estas son las 25 familias más ricas del mundo. 1 de agosto del 2019. En Internet: https://mundo.sputniknews.com/economia/201908111088341685-estas-son-las-25-familias-mas-ricas-de-todo-el-mundo/
[15] SPUTNIK. La humanidad puede afrontar una hambruna de magnitudes bíblicas. 26 de abril de 2020. En Internet: https://mundo.sputniknews.com/radio_siete_dias/202004261091238409-la-humanidad-puede-afrontar-una-hambruna-de-magnitudes-biblicas/
[16] Op Cit.
[17] SPUTNIK. La pandemia puede duplicar el número de afectados por hambre aguda. 21 de abril del 2020. En Internet: https://mundo.sputniknews.com/sociedad/202004211091178822-la-pandemia-puede-duplicar-el-numero-de-afectados-por-hambre-aguda/
[18] El extremo sur de la Patagonia, Raúl Zibechi, Una bomba a punto de estallar: la pandemia en las periferias urbanas de América Latina, 15 de abril de 2020. En Internet: https://www.elextremosur.com/nota/23869-una-bomba-a-punto-de-estallar-la-pandemia-en-las-periferias-urbanas-de-america-latina/
[19] Animal Político. Con pocas camas de hospital y baja proporción de médicos México enfrenta el Covid-19. 18 de marzo de 2020. En Internet: https://www.animalpolitico.com/2020/03/pocas-camas-hospital-baja-proporcion-medicos-enfrentaria-mexico-covid-19/
[20] CONAPO. Información socio demográfica relevante durante la contingencia sanitaria COVID 19. 4 de mayo de 2020.
[21] SPUTNIK. Una bomba a punto de estallar la pandemia en las periferias urbanas de América Latina. En internet: https://mundo.sputniknews.com/firmas/202004151091121339-una-bomba-a-punto-de-estallar-la-pandemia-en-las-periferias-urbanas-de-america-latina/
[22] OIT. Respuestas de los países en desarrollo en materia de protección social ante el COVID-19: Fortalecer la capacidad de recuperación mediante la creación de una protección social universal. En Internet: https://www.ilo.org/secsoc/information-resources/publications-and-tools/Brochures/WCMS_744719/lang–es/index.htm
[23] CIEP. La contracción del gasto per cápita en salud: 2010 – 2020. En Internet: https://ciep.mx/la-contraccion-del-gasto-per-capita-en-salud-2010-2020/
[24] CONAPO. Información sociodemográfica relevante durante la contingencia sanitaria COVID 19. 4 de mayo de 2020. En internet: https://www.gob.mx/conapo/documentos/informacion-sociodemografica-relevante-durante-la-contingencia-sanitaria-covid-19?idiom=es
[25] La Jornada, Sube la cifra a 65 de personal infectado en Jalisco. 14 de mayo de 2020. En internet:
https://www.jornada.com.mx/2020/05/14/estados/027n4est
[26] Ángeles Cruz Martínez, Periódico La Jornada, Jueves 14 de mayo de 2020, p. 4 En internet: https://www.jornada.com.mx/2020/05/14/politica/004n2pol
[27] La Jornada, Gustavo Leal, Pliegos y demandas de los profesionales de la salud, 16 de mayo del 2020. En internet: https://www.jornada.com.mx/2020/05/16/opinion/019a1pol
[28] INFOBAE. IMSS: Todo lo que debes saber sobre el bono para personal médico que lucha contra el coronavirus. 24 de abril de 2020. En internet:
[29] El salario mensual no considera prestaciones sociales, ni ningún tipo de estímulo.
[30] IMSS, SNTSS. Contrato Colectivo de Trabajo, 2019-2021.
[31] Proceso. AMLO garantiza aumento salarial por encima de la inflación para 2020. 14 de noviembre de 2019. En Internet: https://www.proceso.com.mx/606786/amlo-garantiza-aumento-salarial-por-encima-de-la-inflacion-para-2020
[32]El Consejo Internacional de Enfermeras como lo menciona su portal es una federación de Internacional de Enfermeras en representación de los más de 20 millones de enfermeras en todo el mundo. Sitio web: https://www.icn.ch/es
[33] Consejo Internacional de Enfermeras. Más de 600 enfermeras han fallecido por el Covid-19 en todo el mundo. 3 de junio de 2020. En Internet: https://www.icn.ch/es/noticias/mas-de-600-enfermeras-han-fallecido-por-el-covid-19-en-todo-el-mundo
[34] El Economista. Más de 46,000 trabajadores de la salud en México se han contagiado de Covid-19. 2 de julio del 2020. En Internet: ps://www.eleconomista.com.mx/politica/Mas-de-46000-trabajadores-de-la-salud-en-Mexico-se-han-contagiado-de-Covid-19-20200702-0133.html
[35] La Jornada. Ya afectó el virus a 20 mil 217 trabajadores de la salud; han muerto 271. 3 de junio del 2020. En Internet: https://www.jornada.com.mx/2020/06/03/politica/003n3pol
[36] Noticieros Televisa. Van 271 trabajadores del sector salud muertos por Covid-19. 2 de Junio del 2020. En Internet: https://noticieros.televisa.com/ultimas-noticias/van-271-trabajadores-de-salud-muertos-por-covid-19/
[37] Secretaría de Salud. Todo sobre el Covid-19. 11 de julio del 2020. En Internet: https://coronavirus.gob.mx/datos/
[38] Ahmed, Azam, “Cifras ocultas: México desatiende ola de muertes en la capital” en New York Times, 08 de Mayo 2020, consultado en https://www.nytimes.com/es/2020/05/08/espanol/america-latina/mexico-coronavirus.html, consultado el día 20 de Mayo 2020.
[39] “Coronavirus en México: Esto es lo que cuesta atender a un paciente con COVID 19” en Infobae, 15 de Mayo 2020, consultado en https://www.infobae.com/america/mexico/2020/05/15/coronavirus-en-mexico-esto-es-lo-que-cuesta-atender-a-un-paciente-con-covid-19/ el día 19 de Mayo 2020.
[40] Mendoza Escamilla, Viridiana, “Cuesta más de 280,000 pesos atender Covid-19 en hospitales privados” en Forbes México, 15 de Abril 2020, consultado en https://www.forbes.com.mx/economia-cuesta-covid-19-hospitales-privados-coronavirus/ el día 19 de Abril 2020.
[41]Ahmed, Azam, Óp. Cit.
[42] 5° Elemento, Revela 911 tres veces más muertes extrahospitalarias por Covid-19 en la CDMX, 16 de junio de 2020. En internet: https://quintoelab.org/project/911-muertes-llamadas-covid-coronavirus-mexico-cuatro-veces-mas
[43] Milenio. López-Gatell responde a prensa internacional sobre cifra de muertes por covid-19: “Falta rigor en información”. 8 de mayo de 2020. En internet: https://www.milenio.com/politica/coronavirus-gatell-responde-nyt-numero-muertos-mexico
[44] INFOBAE. En una semana México sumó 2217 muertes por Covid-19. 25 de mayo de 2020. En internet: https://www.infobae.com/america/mexico/2020/05/25/en-una-semana-mexico-sumo-2217-muertes-por-covid-19/
[45] Secretaría de Salud, Covid-19. En internet: https://coronavirus.gob.mx/datos/
[46] https://es.statista.com/estadisticas/1095779/numero-de-muertes-causadas-por-el-coronavirus-de-wuhan-por-pais/
[47] PROCESO, Molesta a Jaime Bonilla la filtración de oficio que prohíbe revelar estadísticas de muertes, 6 de junio de 2020. En internet: https://www.proceso.com.mx/633328/molesta-a-jaime-bonilla-la-filtracion-de-oficio-que-prohibe-revelar-estadisticas-de-muertes
[48] Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Capítulo 23. Laboral. Versión final presentada al Senado de la República el 30 de mayo del 2019.
[49] Diario del Sol de Guanajuato. Pág. 3 edición matutina del 29 de mayo.
[50] https://www.jornada.com.mx/ultimas/estados/2020/05/08/han-muerto-en-ciudad-juarez-104-obreros-de-maquiladoras-7063.html
[51] https://yociudadano.com.mx/noticias/exigen-esclarecer-cifra-de-muertes-y-contagios-por-covid-19-en-maquiladoras/
https://www.jornada.com.mx/ultimas/estados/2020/05/08/han-muerto-en-ciudad-juarez-104-obreros-de-maquiladoras-7063.html
[52] https://diario.mx/juarez/marchan-obreros-de-21-maquilas-202005181664303.html
https://www.animalpolitico.com/2020/05/empleados-maquiladoras-chihuahua-protestan-muertes-covid19/
[53] https://www.jornada.com.mx/ultimas/estados/2020/05/08/han-muerto-en-ciudad-juarez-104-obreros-de-maquiladoras-7063.html
[54] https://diario.mx/juarez/marchan-obreros-de-21-maquilas-20200518-1664303.html
[55] La Jornada. Supera Pemex los 400 muertos por Covid-19. 15 de junio del 2020. En Internet: https://www.jornada.com.mx/ultimas/economia/2020/06/15/supera-pemex-los-400-muertos-por-covid-19-5083.html
[56] La Jornada. PEMEX suma 307 fallecido por Covid 19 en sus unidades. 5 de junio de 2020.
[57] EMEEQUIS. Seis conocidos míos ya fallecieron. Petroleros sin respaldo ante el Covid. 4 de junio de 2020. En Internet:
[58] La Jornada. Han muerto por coronavirus 94 trabajadores del servicio de limpieza. 5 de junio del 2020. En Internet: https://www.jornada.com.mx/2020/06/05/capital/028n1cap
[59] Red de solidaridad con trabajadores en riesgo. En Internet: https://www.facebook.com/REDSTrabajadorxsenRiesgo/?tn-str=k*F
[60] OIT, COVID-19: Cobertura de protección social. 14 de mayo de 2020.
En internet: https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_744713/lang–es/index.htm
[61] Op Cit.
[62] Alto nivel. 12 millones de mexicanos se quedaron sin ingresos en abril. INEGI. 1 de junio de 2020. En Internet: https://www.altonivel.com.mx/economia/12-millones-de-mexicanos-se-quedaron-sin-ingresos-en-abril-inegi/.
[63] BBVA. Empleo formal se derrumba en abril, se pierden dos años de creación de empleos. 13 de mayo de 2020. En Internet: https://www.bbvaresearch.com/publicaciones/mexico-empleo-formal-se-derrumba-en-abril-se-pierden-dos-anos-de-creacion-de-empleos/
[64] https://www.ilo.org/global/statistics-and-databases/lang–es/index.htm
[65] Alto nivel. 12 millones de mexicanos se quedaron sin ingresos en abril. INEGI. 1 de junio de 2020.En internet: https://www.altonivel.com.mx/economia/12-millones-de-mexicanos-se-quedaron-sin-ingresos-en-abril-inegi/
[66] INEGI. Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. Enero-marzo del 2020.
[67] Marx, El Capital, Tomo I, p. 547.
[68] Ley Federal del Trabajo en México, última reforma publicada el 2 de julio del 2019. En internet: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/125_020719.pdf
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