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  • Reporte de Investigación 137. Tercera parte. “Geografía del desempleo según la división sexual del trabajo bajo la mirada del patriarcado y el capitalismo en México: 2006-2023”

    Publicado el viernes 8 de marzo de 2024 2:43 pm CAM Sin comentarios

    El Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM se ha dado a la tarea durante varios años de examinar el fenómeno del desempleo en México. Los resultados han sido publicados en diversos reportes de investigación que se pueden consultar en la página del CAM. Como resultado de esta investigación fueron planteadas tres partes:

    La primera parte contenida en el reporte N.137: “El mundo del desempleo y de la precarización laboral en México. 2018-2023”; la segunda parte presentada en el reporte N.137: “La Geografía del Desempleo en México 2006-2023” y; finalmente en este reporte que representa la tercera parte, que tiene como principal objetivo presentar el análisis y los resultados sobre el cálculo de la Tasa de desempleo por sexo en México considerando el periodo de estudio que va del año 2006 al 2023.

    1. Metodología sobre el cálculo de la tasa de desempleo a partir de la división sexual del trabajo en México

    Recordemos que el CAM ha retomado en su proceso de investigación sobre el desempleo la metodología de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), porque permite obtener el cálculo de la Tasa de desempleo nacional para mujeres y hombres, misma que contrasta con los cálculos realizados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) para obtener la Tasa de desocupación nacional de mujeres y hombres, dicha metodología fue presentada y comentada ampliamente en la segunda parte del reporte N.137.

    Para dicha estimación se contempla a la población disponible dividida en mujeres y hombres, ya que, si bien no buscan activamente trabajo, si aceptarían uno en caso de que se los ofrecieran, así pues, la Tasa de desempleo para mujeres y hombres a partir de la división sexual del trabajo se estima en el CAM de la siguiente forma:

    A continuación, se presenta el comparativo entre la Tasa de desocupación para mujeres y hombres de INEGI y la Tasa de desempleo para mujeres y hombres donde se ha utilizado la metodología de la OIT.

     

    Tasa de desocupación en mujeres de INEGI VS Tasa de desempleo para mujeres de la OIT

     

    Al cuarto trimestre del año 2023, la población desocupada de mujeres fue de 674,660 por lo que la tasa de desocupación alcanzó el 2.70%.

    En términos absolutos las mujeres desempleadas fueron 4,105,283 para el cuarto trimestre del año 2023, por lo que, la tasa de desempleo alcanzó el 14.50 %.

    Como podemos observar si nos ajustamos a la metodología propuesta por INEGI el número de mujeres expulsadas del mercado laboral sería cinco veces menor que a través del cálculo con la metodología de la OIT. Por lo que se oculta el verdadero desempleo estructural de las mujeres mexicanas.

     

    Tasa de desocupación en hombre de INEGI VS Tasa de desempleo para hombres de la OIT

    La población desocupada en hombres para el cuarto trimestre del 2023 fue de 964,361, que representó el 2.70 %.

    La población desempleada en hombres al cuarto trimestre del 2023 fue de 2,673,075, por lo que la tasa de desempleo en hombres esconde el desempleo estructural del mercado de trabajo mexicano que representa el 7.10 %.

    De lo anterior se desprende que la definición y la metodología usada por el INEGI para estructurar el cálculo de la desocupación tendría el mismo impacto en las cifras de la tasa de desempleo en mujeres y en hombres, pues en realidad omite la magnitud total del espectro del desempleo en México a nivel nacional. El número de hombres expulsados del mercado laboral según la metodología de la OIT es 2.42 veces mayor que el calculado por el INEGI. En términos absolutos el número de hombres expulsados del mercado laboral es mayor que el de mujeres, porque más hombres se encuentran dentro del mercado laboral por la propia dinámica patriarcal del mercado de trabajo.

    Mientras que, la tasa de desocupación para las mujeres y los hombres realizada por el INEGI arroja un número de personas desocupadas en términos absolutos es de 1,639,21. La tasa de desempleo registra a 6,778,358 millones de personas en desempleo.

    El tamaño de la población ocupada en hombres es mayor, es decir, que los hombres se incorporan al mercado de trabajo con mayor facilidad, por lo tanto, hay una participación mayor de hombres trabajadores. En este mercado de trabajo hay una menor rotación, y una mayor estabilidad, por eso, la tasa de desempleo es menor en hombres que en mujeres.

    Caso contrario se observa en la disminución registrada en el número de población desocupada para el caso de las mujeres respecto al de los hombres, puesto que, menos mujeres son requeridas en el mercado de trabajo, pero también, menos mujeres buscan trabajar, ya que están en el trabajo doméstico y en la crianza de las y los hijos, a través de estos datos se visibiliza la desigualdad histórica en los mercados de trabajo.

     

    1. Geografía del desempleo por división sexual de la fuerza de trabajo en México: 2006-2023

     El capitalismo mexicano ha representado para las clases trabajadoras un sistemático modelo de explotación de la fuerza de trabajo. Sin embargo, en especial el trabajo de mujeres incorporado de manera formal e informal al mercado de trabajo representa el sector que ha sido objeto por excelencia de los procesos de mayor precarización laboral como veremos durante el desarrollo de este reporte de investigación.

    En los siguientes mapas se plantea una comparación de la tasa de desempleo de acuerdo con la división sexual del mercado de trabajo, bajo la que se rige en el capitalismo patriarcal, es decir, por sexo. Clasificando a la fuerza de trabajo según el rol de género que se les ha asignado históricamente y desde el cuál se observan mayores niveles de desigualdad y precarización para la fuerza de trabajo de mujeres, lanzamos la hipótesis que también estarían en un escenario similar las personas no binarias que se identifican con alguna identidad sexo-genérica diferente a la que nos han impuesto. Sin embargo, aún no se puede alcanzar una comparación a ese nivel dada la información que se publica a través de las instituciones. En los siguientes dos mapas, se presentan las tasas de desempleo para mujeres y para hombres según los estados del país. Se muestran las cifras de los datos en términos porcentuales y los mapas tanto para mujeres como para hombres para ubicar el mercado de trabajo de la fuerza de trabajo femenina y masculina.

     

    2006 IV Trimestre.

    En México, durante el último trimestre del 2006, se hizo notable el sesgo de la participación por género (hombres y mujeres) dentro del mercado laboral, marcando que la tendencia de la restructuración de los mercados de trabajo fue inequitativa y desigual, expresados en una mayor tasa de desempleo para las mujeres en la mayor parte de la República mexicana. La tasa de desempleo en mujeres en 25 estados de la república es mayor a 14.1%. Mientras que los hombres registran una tasa menor a 12% en todo el país.

     

    Mapa 1

    Mapa 2

     

    2012 IV Trimestre.

    En 2012, las tasas de desempleo aumentaron para mujeres y hombres, y aunque la población masculina presentó tasas de desempleo menores, en contraste con la población femenina, se incorporaron a la población ocupada 1,957,165 de mujeres.

    Mapa 3

    Mapa 4

     

     

     

     

    2018 IV Trimestre.

    En comparación a otros años, en 2018 las tasas de desempleo registraron una reducción considerable para ambas poblaciones; en el caso de las mujeres, la reducción es más notoria en el norte del país. Adicionalmente, se observa una tendencia en la distribución del desempleo similar a sexenios anteriores.

    Mapa 5

    Mapa 6

     

     

     

    2019 IV Trimestre.

    Previo a la pandemia por COVID-19, en 2019 las tasas de desempleo mantuvieron una tendencia a la baja para ambas poblaciones; en el caso de las mujeres, la disminución continua en la zona norte del país.

     

    Mapa 7

    Mapa 8

     

     

     

    2020 I Trimestre.

    Para el primer trimestre del 2020, se observa una reducción de la tasa de desempleo en algunas entidades, cabe señalar que los datos aún no consideraban la crisis sanitaria por COVID-19. Sin embargo, debe de tomarse en cuenta que la reducción en las tasas de desempleo particularmente para el caso de las mujeres no significaba una mejora en las condiciones de trabajo, porque muchas mujeres trabajaron a distancia con menores salarios.

     

    Mapa 9

    Mapa 10

     

    2020 III Trimestre.

    A finales del primer trimestre de 2020, se frenaron las actividades económicas no esenciales en el país, lo que propició que en el tercer trimestre del mismo año aumentaran de manera generalizada las tasas de desempleo, específicamente para la población femenina. Por lo que se asume que la brecha laboral y la desigualdad por género se profundizó.

     

    Mapa 11

    Mapa 12

     

     

    2020 IV Trimestre.

    Con la paulatina reactivación económica implementada en el país, se definió un sistema que indicaría la forma en que se retoman aquellas actividades pausadas, lo que repercutió positivamente, disminuyendo las tasas de desempleo en el país. Sin embargo, para la Ciudad de México, aunque el porcentaje de desempleo disminuyó, siguió siendo una de las entidades con mayor desempleo en el país.

     

    Mapa 13

    Mapa 14

     

     

    2021 IV Trimestre.

    Para finales del año 2021, la crisis sanitaria continuó afectando al mercado laboral en todo el país; particularmente, la población femenina continuó siendo una de las más afectadas con respecto a la población masculina, ya que los estados continuaron presentando altas tasas de desempleo, sin una tendencia clara en la disminución del desempleo entre los estados.

    Mapa 15

    Mapa 16

     

     

     

    2022 IV Trimestre.

    Para el final del año 2022, todavía se observan de manera importante los estragos en el desempleo a lo largo de todo el país; particularmente, las mujeres continúan siendo la población más afectada con respecto a la población masculina, ya que las mayores tasas de desempleo las registran las mujeres.

    Mapa 17

    Mapa 18

     

     

     

     

    2023 III Trimestre.

    Posterior a las modificaciones políticas y económicas que se fueron adaptando para hacer frente a la crisis derivada de la pandemia por Covid-19, la tasa de desempleo en el país disminuyó de manera generalizada, no obstante, se observa que la tasa de desempleo para la población femenina sigue siendo mayor que la de los hombres para cada uno de los trimestres anteriormente mencionados, ya que el impacto económico de la pandemia fue desproporcionada para las mujeres.

     

    Mapa 19

    Mapa 20

     

     

     

    2023 IV Trimestre

    Aunque el desempleo disminuyó en ambos casos para el 2023, en el caso de los hombres se observa una mayor absorción de su fuerza de trabajo, lo que genera estabilidad laboral, aunque más hombres haya más hombres ocupados (35,162,467) en términos absolutos que mujeres (24,241,480). La reactivación más lenta del mercado de trabajo para el caso de las mujeres se puede entender porque dado su rol de género no siempre demandan un trabajo, y aunque la tendencia desde 1995 muestra que las mujeres ocupadas se han incrementado en 130% con respecto a 2023, el propio mercado de trabajo no las absorbe con el mismo dinamismo que a los hombres, generando una desventaja económica estructural e inestabilidad para las mujeres trabajadoras.

     

    Mapa 21

    Mapa 22

     

    Fuentes de información.

    INEGI, Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2006 IV trimestre, 2012, IV trimestre, 2018 IV trimestre, 2020 I, III y IV trimestres, 2021 IV trimestre, 2023 III y IV trimestre.

    Organización Internacional del Trabajo (OIT).

     

     

  • Reporte de Investigación 137. 2° Parte: La Geografía del Desempleo en México, 2006-2023

    Publicado el sábado 30 de diciembre de 2023 9:34 am CAM Sin comentarios
    1. Seguimiento del Desempleo por el Centro de Análisis Multidisciplinario. Una definición del Desempleo desde la Crítica de la Economía Política

    El desempleo es un fenómeno complejo que tiene diversas explicaciones (y soluciones) de acuerdo con las diferentes escuelas del pensamiento económico que lo han estudiado, por lo que la misma definición y cálculo de la magnitud del desempleo suele ser problemática.

    En el Centro de Análisis Multidisciplinario se ha hecho un seguimiento del desempleo en México, desde una mirada e interpretación crítica, debido a que representa uno de los ejes de mayor precarización que se presentan en el mundo del trabajo. En este sentido, al recuperar la Teoría del Valor-Trabajo, el desempleo no se entiende como el resultado de la falta de crecimiento y desarrollo económico, sino justamente como producto del desarrollo del capitalismo, es decir, es resultado intrínseco de la acumulación de capital con sus respectivas especificidades en los países de capitalismo avanzado y de capitalismo dependiente.

    La acumulación de capital al acrecentar la escala de la producción a través de la mecanización/automatización de los procesos de producción genera una sobrepoblación relativa, lo que Karl Marx denominó como Ejército Industrial de Reserva. En el presente reporte proponemos una definición de desempleo que refleje el carácter estructural y concomitante al desarrollo del capitalismo. Desde la Crítica de la Economía Política, lo que entendemos por desempleo, es la imposibilidad que tiene la fuerza de trabajo para insertarse a los circuitos de asalarización (compra-venta de fuerza de trabajo) que genera el patrón de acumulación de capital y su ciclo económico, dando como consecuencia el trabajo por cuenta propia o autoempleo.

    Por consiguiente, el cálculo del desempleo no puede limitarse sólo a la población que no tiene trabajo y que activamente se encuentra buscándolo, es necesario al menos incorporar a la población que aún se encuentra en la necesidad de trabajar aunque ya no se encuentra activamente buscando trabajo. Con el fin de aproximarnos a la magnitud real del desempleo, el Centro de Análisis Multidisciplinario recupera y utiliza las recomendaciones metodológicas de la Organización Internacional del Trabajo, en contraposición a la usada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en vista de que considera de mejor manera las problemáticas del mercado laboral en México.

     

    2. Metodología para el cálculo del Desempleo

    La metodología empleada por el Centro de Análisis Multidisciplinario para el cálculo del desempleo difiere de la usada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que sólo mide la desocupación.

    Esquema de población por condición de actividad de INEGI

    Acorde al esquema de INEGI, la población total se divide en: la población en edad de trabajar (15 años en adelante); y los menores respecto a la edad de trabajar. La población en edad de trabajar se divide a su vez en la Población Económicamente Activa (PEA) y la Población No Económicamente Activa (PNEA). La PEA está compuesta por la población ocupada y desocupada y la PNEA por la población disponible para trabajar y no disponible para trabajar. Es preciso indicar que la población disponible es aquella que no ha buscado trabajo, pero aceptarían uno si se les ofreciera y los no disponibles no han buscado trabajo y no aceptarían uno aunque se les ofreciera.

    La población desocupada de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo son aquellas “personas de 15 y más años de edad que en la semana de referencia buscaron trabajo porque no estaban vinculadas a una actividad económica o trabajo”. (INEGI. ENOE, Glosario). Lo anterior claramente indica que la búsqueda activa de trabajo determina si se es contabilizado como desocupado o no desocupado. La condición de búsqueda activa de trabajo se describe en la misma metodología de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de INEGI:

    “Para ser un desocupado abierto no basta entonces el presentar una situación (estar sin trabajo), sino además exige el tener un comportamiento (adoptar acciones de búsqueda). Esta precisión es clave porque con frecuencia se confunde la expresión “personas sin trabajo” con la de “desocupados abiertos”, cuando en realidad ésta última tiene una condición adicional que conceptualmente hace la diferencia: un individuo sin trabajo pero que no busca (o ha desistido de buscarlo) no forma parte de la desocupación abierta porque no se está comportando como un oferente de servicios laborales”. (INEGI. ENOE, 2005).

     “De ahí que la desocupación abierta no sea, ni pretenda ser, la magnitud que exprese cuánta gente necesita trabajar en un lugar y momento determinados o la medida de cuán grande es el déficit de oportunidades laborales: en realidad lo que la desocupación abierta indica es la magnitud de la población que se comporta como buscadora de trabajo (esto es, cuántos individuos apuestan a su inserción en un mercado laboral) ante un déficit dado oportunidades.” (INEGI. ENOE, 2005).

    De acuerdo a la metodología de INEGI, la Tasa de Desocupación se calcula de la siguiente manera:

    Sin embargo, como lo mencionamos al principio, dada la complejidad del desempleo, la metodología de INEGI es limitada e incluso oculta gran parte de la magnitud real del desempleo, en este sentido retomamos las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en donde se advierte que:

    “…En situaciones en que los medios convencionales de búsqueda de empleo son insuficientes, en que el mercado laboral está bastante desorganizado o es de alcance limitado, en que la absorción de la mano de obra es, en el momento considerado, inadecuada, o en que la fuerza de trabajo está compuesta principalmente por personas con empleo independiente, la definición estándar de desempleo dada en el subpárrafo 1) anterior puede aplicarse suprimiendo el criterio de búsqueda de empleo.” (OIT, 2005).

    Siguiendo esta recomendación, al cálculo incorporamos a la población disponible que si bien no busca activamente trabajo si aceptaría uno en caso de que se lo ofrecieran, así pues, la Tasa de Desempleo se calcula de la siguiente forma:

    Podemos apreciar de mejor forma la diferencia entre la desocupación y el desempleo realizando el cálculo con ambas metodologías para el tercer trimestre de 2023.

    De acuerdo con INEGI, la población desocupada en el tercer trimestre de 2023 es de 1 millón 825 mil 196 personas y la tasa de desocupación alcanzaba el 3.0%.

    En cambio, empleando la metodología recomendada de la OIT, la población desempleada en realidad sería de 7 millones 008 mil 255 personas, mientras que la tasa de desempleo aumentaría más de tres veces, llegando al 10.6%.

    De lo anterior se desprende que la definición y metodología usada por INEGI para calcular la desocupación en realidad lo que hace es ocultar la magnitud del desempleo en México.

    Gráfica 1. Tasas de desempleo, octubre 2023

    Los datos oficiales que publica INEGI y que retoma a su vez la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), colocan a México como el tercer país con la tasa de desocupación más baja dentro de los países de la OCDE para el mes de octubre de 2023. Sin embargo, al calcular la tasa de desempleo para el mismo mes con la recomendación metodológica de la OIT, la situación se invierte, pues la tasa de desempleo alcanza el 10.4%, situando a México como el segundo país con la tasa de desempleo más alta, sólo por detrás de España.

    3. La Geografía del Desempleo en México, 2006-2023

    A continuación se presentan los mapas del desempleo por entidad federativa con 2 periodos de análisis. El primero se realiza del año 2006 a 2018 y abarca el final de los sexenios de Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, así como el inicio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador. El segundo periodo se centra durante la contingencia sanitaria por la pandemia de COVID-19 hasta el tercer trimestre de 2023.

    El desempleo en México, a finales del sexenio del presidente Vicente Fox Quesada (2000-2006) e inicios de la administración de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), ambos pertenecientes al Partido Acción Nacional, afectó a 6.5 millones de personas en todo el país y alcanzaba una tasa a nivel nacional de 12.9%.

    Los estados que presentaron las mayores tasas de desempleo se ubican en el Occidente y Noroeste del país, teniendo a Michoacán (17.6%), Nayarit (17.4%), Zacatecas (17.1%), Durango (16.9%) y Tlaxcala (16.8%) en los primeros lugares. Por otro lado, los estados con las tasas de desempleo más bajas se localizan en la península de Yucatán (Campeche, 8.2%; Quintana Roo, 7.7% y Yucatán, 7.7%), e igualmente destacan los estados de Guerrero (7.6%) y Baja California (5.9%).

    En el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), autoproclamado como “el presidente del empleo”, el desempleo aumentó en la mayoría de los estados, con la excepción del Estado de México, de 11.7% en 2006 a 11.1% en 2012; Campeche, de 8.2% en 2006 a 8.1% en 2012; Querétaro, de 16.8% en 2006 a 16.6% en 2012; Sinaloa, de 16.6% en 2006 a 15.8% en 2012; Aguascalientes, de 15.1% en 2006 a 13.2% en 2012; e Hidalgo, de 13.1% en 2006 a 12.7% en 2012. Los estados de Michoacán (23.1%), Zacatecas (20.2%), Durango (20.2%) y Nayarit (19.4%) se mantuvieron dentro de los cinco estados con las tasas de desempleo más altas, mientras que nuevamente los estados costeros conservaron las tasas de desempleo más bajas, siendo el caso de los estados ubicados en la península de Yucatán (Quintana Roo, 10.8%; Yucatán, 8.6% y Campeche, 8.1%) y Guerrero (7.9%).

    Es necesario recordar que durante el sexenio de Felipe Calderón la economía mexicana fue afectada por la crisis financiera internacional de 2008-2009, por lo que no es de sorprender que en el último tramo de su gobierno se haya alcanzado una tasa de desempleo a nivel nacional de 15.0%.

    Para el cierre del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), el desempleo a nivel nacional había disminuido en comparación al año 2012 tanto en términos de la tasa de desempleo como en la magnitud de la población desempleada. La tasa de desempleo disminuyó 2.7 puntos porcentuales, mientras que la población desempleada disminuyó en 934 mil 326 personas. Los únicos estados que mostraron aumentos fueron Tabasco, de 16.5% en 2012 a 19.9% en 2018; Sinaloa, de 15.8% en 2012 a 17.2% en 2018; Chiapas, de 13.7% en 2012 a 15.6% en 2018; Estado de México, de 11.1% en 2012 a 11.3%; y Campeche, de 8.1% en 2012 a 11.0% en 2018.

    El primero de diciembre de 2018 inició el sexenio del actual presidente Andrés Manuel López Obrador del partido Movimiento Regeneración Nacional, mandatario autodenominado de izquierda cuyo principal lema es: “Por el bien de todos, primero los pobres”.

    El año 2020 marcó un punto de inflexión con el estallido de la pandemia de COVID-19 provocada por el virus SARS-CoV-2. Al inicio de la contingencia sanitaria se hizo imprescindible adoptar distanciamiento social a través de estrictos confinamientos que provocaron profundas caídas de la actividad económica alrededor del mundo, en el caso de México, la pandemia afectó especialmente a los trabajadores ubicados en los niveles de ingreso más bajos y en la informalidad, ya que fueron más susceptibles de perder su empleo y/o sus fuentes de ingreso.

    El panorama del desempleo antes de la pandemia era similar al de finales de 2018. La tasa de desempleo nacional al cuarto trimestre de 2019 se ubicaba en 12.2%, en tanto la población desempleada era de casi 7.7 millones de personas (Ver anexo). Para el primer trimestre de 2020, justo al inicio de las medidas de mitigación, la población desempleada alcanzaba los 7.6 millones de personas, con una tasa de desempleo nacional también de 12.2%, sólo tres estados tenían tasas de desempleo iguales o superiores al 16%, mientras que diez estados se encontraban con tasas de desempleo iguales o por debajo del 10%.

    La Jornada Nacional de Sana Distancia inició el 23 de marzo de 2020 y finalizó el 30 de mayo del mismo año, fue el mayor cierre de la actividad económica en la historia de México, afectando gravemente las ya de por sí deterioradas condiciones laborales de las y los trabajadores mexicanos, dando como resultado inmediato un aumento violento en el desempleo.

    Desafortunadamente no se dispone de información suficiente para mapear la magnitud del desempleo durante el segundo trimestre de 2020 debido a la suspensión en el levantamiento de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo durante las semanas de confinamiento más estricto, sin embargo, ya con información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición es posible realizar un mapeo para el tercer trimestre de 2020, teniendo una referencia más clara de la pérdida de empleos durante la Jornada Nacional de Sana Distancia.

    La tasa de desempleo a nivel nacional para el tercer trimestre de 2020 se ubica en 21% y la población desempleada asciende a 13.5 millones de personas, un incremento de 8.8 puntos porcentuales en la tasa de desempleo y de casi 6 millones de personas que se sumaron a las filas del desempleo respecto al primer trimestre de 2020. A diferencia de los mapas anteriores en donde los estados costeros mantenían las tasas de desempleo más bajas, para el tercer trimestre de 2020 la situación había cambiado, tan sólo el estado de Quintana Roo alcanzó la tercera tasa de desempleo más alta con 27.6%, ubicándose sólo por detrás de la Ciudad de México (30.8%) y de Tabasco (28%).

    La nueva normalidad inició oficialmente el 1 de junio de 2020 como resultado de la presión de la burguesía industrial estadounidense sobre el gobierno mexicano para reactivar las cadenas de suministros, la reactivación “paulatina” de las industrias esenciales (fabricación de equipos de transporte, minería y construcción) en México se llevaron a cabo a pesar de que las condiciones epidemiológicas eran totalmente adversas, causando la muerte de miles de trabajadores en los clústers industriales y maquiladores.

    Con la reactivación económica comenzó a disminuir gradualmente el desempleo. La reducción se presentó en casi todos los estados, con la excepción de Chihuahua y de Durango, en donde continuaron aumentando las tasas de desempleo, pasando de 15.7% a 15.9% y de 15.4% a 17.5%, respectivamente. Aun con esta disminución en términos porcentuales y absolutos, el desempleo se mantenía por arriba de los niveles anteriores a la pandemia de COVID-19 y a las medidas de mitigación.

    Pese a que la reactivación económica y la reapertura de actividades no esenciales continuaba en marcha, para el primer trimestre de 2021 el desempleo tuvo un repunte en nueve estados respecto al trimestre anterior. Los estados en donde se registró un aumento fueron Tlaxcala, de 20.9% a 23.3%; Guanajuato, de 20.6% a 21.3%; Puebla, de 20.4% a 20.7%; Morelos, de 17.7% a 19%; Oaxaca, de 16% a 16.5%; Hidalgo, de 15.9% a 18.5%; Zacatecas, de 15.8% a 17.5%; Guerrero de 15.4% a 17.1% y Coahuila, 11.1% a 11.7%. Este repunte en parte se debió a que durante diciembre de 2020 y enero de 2021 en la mayoría de los estados se hizo necesario cerrar actividades no esenciales debido al incremento en el número de contagios y muertes por COVID-19.

    Como se puede observar, a partir de la reactivación económica y del inicio de la nueva normalidad, la tasa de desempleo y la población desempleada a nivel nacional mantiene una tendencia a la baja. En los siguientes trimestres el desempleo mantuvo el mismo comportamiento descendente, aun cuando en algunos estados se han alternado repuntes y disminuciones a lo largo de este periodo de tiempo (Ver anexo).

    La información más actualizada al tercer trimestre de 2023 muestra que el desempleo ha disminuido con respecto al nivel que alcanzó en el tercer trimestre de 2020 después de la Jornada Nacional de Sana Distancia, e incluso se encuentra en niveles más bajos a los observados a finales de 2019 e inicios de 2020, pues para el tercer trimestre de 2023 hay alrededor de 7 millones de personas desempleadas y la tasa de desempleo es de 10.6%, además de que sólo un estado (Guanajuato, 17%) tiene una tasa de desempleo por arriba del 16%.

    4. Conclusión

    Durante el periodo que hemos analizado, del final del sexenio de Vicente Fox Quesada (2000-2006) hasta más de la mitad del sexenio de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), el desempleo ha presentado aumentos y disminuciones significativas, enmarcadas por la crisis financiera internacional de 2008-2009 y sobre todo por la pandemia de COVID-19 y la destrucción de millones de empleos que esta trajo consigo. El desempleo ha disminuido respecto a los altos niveles que alcanzó durante la emergencia sanitaria, no obstante, como se ha expuesto, los empleos que se han recuperado a partir de la reactivación económica se encuentran en los niveles salariales más bajos y en la informalidad disfrazada de empleo formal pero sin ningún tipo de prestación o derecho laboral.

    5. Anexo cartográfico del desempleo en México

    Fuentes de información:

    Centro de Análisis Multidisciplinario, CAM:

    Reporte de Investigación 129. “Los empleos que no necesitan las familias mexicanas: El presidente del empleo precario”. Disponible en: https://cam.economia.unam.mx/reporte-de-investigacion-129-los-empleos-que-no-necesitan-las-familias-mexicanas-el-presidente-del-empleo-precario/

    Reporte de Investigación 132. “Los costos sociales por la pandemia del Covid-19”. Disponible en: https://cam.economia.unam.mx/reporte-de-investigacion-132-los-costos-sociales-por-la-pandemia-del-covid-19/

    Instituto Nacional de Estadística y Geografía. “Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo”. Glosario.

    Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2005): “Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2005: ENOE, Una Nueva Encuesta para México”, Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

    Organización Internacional del Trabajo (2005): “Resolución sobre estadísticas de la población económicamente activa, del empleo, del desempleo y de subempleo, adoptada por la decimotercera Conferencia Internacional de Estadígrafos del Trabajo”, OIT.

  • Reporte de investigación 137: El mundo del desempleo y de la precarización laboral en México. 2018-2023

    Publicado el sábado 30 de diciembre de 2023 7:56 am CAM Sin comentarios

    El Centro de Análisis Multidisciplinario durante años se ha dado a la tarea por hacer investigación desde la ley del valor trabajo en Marx y darle continuidad al estudio del desempleo, pues pensamos que es importante ubicar la discusión para explicar al desempleo desde un carácter estructural, por lo que el propio capitalismo lo desencadena sistemáticamente, asimismo, en esta investigación comentaremos sobre algunas de las principales consecuencias del desempleo en torno a los bajos salarios y el empleo informal.

    Para tal propósito, en esta investigación se plantearon tres objetivos; el primero, consiste en presentar el contexto general sobre el cual se agudiza el desempleo estructural desde de dos puntos de inflexión de la economía mundial: con la crisis financiera del 2008-2009 y, con la emergencia sanitaria por el SARS-CoV-2 iniciada a finales del 2019; el segundo objetivo, en este punto exponemos un análisis, metodología para el cálculo de la tasa de desempleo utilizada por el CAM y los resultados sobre dicha tasa de desempleo por entidad federativa en México para el periodo de estudio del 2006 al tercer trimestre del 2023; y el tercer objetivo, en este hacemos la presentación de un análisis sobre el diferencial en el desempleo por género en México del 2006 al tercer trimestre del 2023.

    El contexto sobre el cual se desarrolla y profundiza el desempleo estructural.

    Primera parte.

    El desarrollo del desempleo se ha presentado como una condición crónica estructural a lo largo de la historia del capitalismo mundial, esta realidad social se explica como una derivación de la relación entre la producción y la reproducción de la acumulación del capital mundial, regional y local, misma que determina los límites en los procesos de recuperación de la tasa media de ganancia mundial. Es decir, para que el capitalismo enfrente las complicaciones en los procesos de la reproducción y expansión de la acumulación capitalista es que se produce el condicionamiento sobre número de trabajadores asalariados ocupados en el mercado laboral global, dicho proceso se encaminará en todo momento hacia la  valoración del capital bajo la figura de precarización del trabajo y salarial al presionar a la baja los costos en general de la fuerza de trabajo sin alterar los niveles de productividad de esta, por lo que, en un primer momento se observará la generalización de la caída tendencial de los salarios reales de las clases trabajadoras, y en un segundo momento, con el desempleo crónico estructural también se presionará en los mercados laborales de forma generalizada a la baja en los salarios en términos nominales, ya sea estancándolos al otorgar a las clases trabajadoras raquíticos incrementos a sus salarios y generalmente por debajo de la inflación, lo que se expresa en desigualdades y brechas salariales por género.

    Durante la crisis financiera que inició en el año 2008, y de acuerdo con el informe Tendencias Mundiales del Empleo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) tan solo para el año 2009 se perdieron aproximadamente 51 millones de empleos a nivel mundial, destacando que el sector de los jóvenes trabajadores a nivel mundial de entre 15 y 24 años para finales del 2009 alcanzaban los 620 millones, de los cuales 80 millones se encontraban desempleados.

    De acuerdo con la OIT en su documento Panorama Laboral 2009. En América Latina durante este año con la crisis económica y con la subsecuente ralentización de la economía mundial la tasa de desempleo pasó de 7.0 % en el año 2008 a 8.2 % para alcanzar la cifra 4 millones más de desempleados durante el año 2009.

    Para el año 2013, a cinco años del estallido de la crisis financiera mundial y con el aparente final de la misma, los niveles de desempleo mundial según el informe sobre el Trabajo en el Mundo 2013: “Reparando el tejido económico y social” publicado por la OIT, el desempleo aumentó a 192 millones de trabajadores a nivel mundial, cifras que se vinculan y en gran medida explican el impacto en la generación de empleos con la incertidumbre económica y con los bajos niveles de crecimiento económico de la gran mayoría de los países; en el mismo informe se menciona que para el caso de los jóvenes trabajadores la situación se mantenía desalentadora pues los niveles de desempleo mundial para este sector eran de 74 millones, para tener una tasa de desempleo juvenil del 12.6 %, la cuestión de fondo implicó que la condición de desempleo para las y los jóvenes ha tenido históricamente un carácter evidentemente crónico pues como se señala en el estudio de la OIT la condición de desempleo es de largo plazo, ya que en el mejor de los casos en las economías avanzadas dicha situación de la falta de empleo dura al menos seis meses.

     En América Latina para el 2013 de acuerdo con cifras publicadas por la OIT en el documento Panorama laboral 2013, América Latina y el Caribe. La tasa de desempleo registró una reducción para ser del 6.3%, lo cual representa en términos absolutos 14.8 millones de trabajadores desempleados, y que en términos del desempleo por género significó que 7.1 millones fueran hombres y 7.3 millones mujeres, el país con mayor desempleo para las mujeres fue Jamaica con una tasa de 20.2%, y México se colocó en el treceavo lugar en un comparativo de las tasas de desempleo de quince países para 2013, sin embargo, como veremos más adelante en la segunda entrega de la investigación, esto ocurre estadísticamente con México por la metodología para el cálculo de la tasa de desocupación que utiliza INEGI, en el CAM presentaremos los cálculos de la Tasa de desempleo con la metodología sugerida por la OIT. Por otra parte, es importante señalar que el desempleo juvenil urbano para este año significó una cifra de 6.6 millones en condición de desempleo.

    El desempleo mundial durante la emergencia sanitaria por el SARS-CoV-2 que inició a finales del 2019, y que con el cierre de las actividades económicas durante la primera mitad del 2020 como medida mundial para enfrentar la pandemia tuvo resonancia negativa en los mercados de trabajo, para enero del 2021 el 93% de los trabajadores a escala global tuvieron algún grado de afectación en su situación laboral, esto de acuerdo con cifras de la OIT en el documento “La COVID-19 y el mundo del trabajo”.

    Las consecuencias sociales y laborales que ha tenido el desempleo mundial y la pérdida de las fuentes de trabajo derivadas por la pandemia de Covid-19, han sido una clara muestra de una guerra que como pocas veces se ha visto en contra de las y los trabajadores del mundo.

    Durante el 2020 se produjo como consecuencia de la pandemia por el Covid-19 una pérdida de al menos 350 millones de empleos a escala mundial, según información del Banco Mundial y de la OIT, lo cual impactó en los mercados laborales en los siguientes aspectos: a) alteró las formas de contratación en todo el mundo, empujando a la informalidad a aproximadamente 2 mil 150 millones de trabajadores, es decir, el 55% de población trabajadora mundial -un tercio de la población mundial-, ocasionando, un mayor número de conflictos laborales en todo el mundo y, también, mayor presión hacia las direcciones sindicales para ceder en la seguridad social frente a las necesidades de los capitalistas para instrumentar mecanismos que aumentan los niveles de explotación; b) la reducción de la contratación formal y el incremento de la informalidad laboral, ha impactado en las formas de contratación con el objetivo de disminuir en general las prestaciones sociales; c) A partir de la pandemia por el Covid-19,  se ha normalizado la llamada “contratación escalonada con objetivos de salud”, frase utilizada por los presidentes Donald Trump, Jair Bolsonaro y, López Obrador; y d) La fragmentación de las formas de organización y resistencia laboral –terminar por desaparecer los grandes sindicatos–.

    La ralentización de la economía capitalista y el desempleo.

    Como lo hemos venido mencionando, la crisis actual que se vive en el mundo capitalista se orienta fundamentalmente por el proceso de la caída tendencial de la tasa media de ganancia, y también con el tipo de medidas contrarrestantes que son y serán aplicadas por el Estado y los capitalistas para tratar de contener y nivelar la acumulación de capital.

    Lo anterior supuso una transformación durante los últimos cuarenta años de tipo estructural a nivel del Estado para tratar de dar respuesta a la crisis del Estado interventor hacia finales de la década de los años ochenta del siglo XX, y transitar hacia un nuevo patrón de acumulación que requería articular el mercado mundial bajo la tutela del binomio capital-Estado mínimo, que en el caso de América Latina y en particular con el de México significo una abrupta ruptura con el proceso de desarrollo del Modelo de Sustitución de Importaciones (ISI) dejando el proceso inconcluso, lo cual implicó para el caso mexicano la imposición de un patrón de acumulación industrial manufacturero de exportación en el horizonte del mercado libre total que presupuso la mínima intervención del Estado en la economía; este nuevo esquema de la acumulación capitalista requería de la implementación de políticas económicas que buscaban en todo momento promover la desregulación de los mercados internos para adecuarse a la libre movilidad de los capitales a escala mundial y, que en el terreno de la producción, requería que los procesos de producción transformaran las cadenas de valor, multiplicando las latitudes mundiales en donde ahora se iría agregando valor a cada una mercancías en diversos procesos de trabajo, ahora sí, éstas no tienen patria. Con esto se inició un éxodo de capitales hacia la nueva configuración de las geografías del capital financiero (capital industrial más capital bancario, más capital producto del despojo, más capital ficticio, etcétera), siempre bajo las premisas que les garantizara las ventajas tanto en las condiciones de producción, como en los costes laborales.

    De este modo, que durante el neoliberalismo con el fenómeno de la financiarización es que se transformó la forma en la que habitualmente se hacía el análisis de la economía capitalista, hoy las crisis económicas son más una decisión guiada por el capital financiero, con el objetivo de aumentar la tasa de ganancia ficticia producto de la especulación a costa de la tasa de acumulación generada en la economía real, por lo que dejó de aplicar la forma en que se armonizaba la tasa de ganancia y la acumulación de capital. Por tal razón es que pensamos que las crisis no son los puertos de llegada del capitalismo, sino su ruta permanente.

    Con la emergencia sanitaria por el COVID-19 a finales del 2019 se aceleraron muchos procesos económicos, sociales y políticos que han impactado negativamente a las clases trabajadoras a nivel mundial. El capitalismo a escala mundial desde antes de la pandemia por COVID-19 nuevamente mostraba grandes problemas en los procesos de crecimiento económico y desarrollo social tanto para las economías centrales como para las economías subdesarrolladas, las tasas reales del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) reflejan las dificultades para sostener ritmos anuales de entre el 3 y el 5%, lo cual dista bastante de los niveles alcanzados durante el periodo del Estado intervencionista, en la siguiente gráfica podemos observar cómo a partir de la crisis financiera del 2008 que estalla en el sector inmobiliario, es que los ritmos históricos de crecimiento del PIB mundial registran cifras que van de entre el 4.5 % para el 2010, 2.59% para el 2019, -2.07% para el 2020, 6.02% para el 2021 y 3.08% para el 2022, lo cual denota un problema que se expresa en la ralentización de la economía mundial y en la generación de empleos formales (Véase gráfica 1).


    Gráfica 1

    Para el caso en particular de México, la tendencia es bastante más clara en el proceso de ralentización económica, los niveles de crecimiento real del PIB mexicano arrojan ritmos inferiores a los observados a nivel mundial, en el año 2009 se registró una tasa de -5.28%, para el 2012 la cifra fue de 3.64%, para el 2019 fue de -0.19%, para el 2020 fue de -7.98%, para el 2021 fue de 4.72% y, para el 2022 fue de 3.06%. (Véase gráfica 2)


    Gráfica 2.

     

    Finalmente, de acuerdo con el informe de la OIT “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: Tendencias 2023” se están generando las condiciones para que durante el 2023 sólo se pueda generar un uno por ciento de aumento en la creación de empleos a nivel mundial y en contraparte aumente el desempleo a 208 millones de desempleados mundialmente, para ubicarse la tasa de desempleo mundial en 5.8%. Por lo que, derivado del proceso de ralentización económica mundial, con la crisis sanitaria por COVID-19, y las altas tasas de inflación hoy se vive estanflación la cual sin duda está afectando el empleo al generar una orientación de los mercados de trabajo en la que se está forzando a las y los trabajadores a aceptar empleos en condiciones cada vez más precarias, en otras palabras se ha normalizado la oferta de empleos con bajos niveles de ingreso lo que estimula una creciente desigualdad y empobrecimiento de las clases trabajadoras, en el siguiente a apartado presentamos un análisis del ingreso de las y los trabajadores ocupados en México.

    Distribución de la población ocupada por niveles de ingreso en México a nivel nacional y por género, 1995-2023.

    En este apartado presentamos la estructura de los niveles de ingreso de la población ocupada en México durante el periodo  que va de 1995 al tercer trimestre del 2023; la información que hemos analizado es publicada trimestralmente por el INEGI en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el objetivo analítico y teórico político de este apartado estriba en presentar las tendencias en los niveles de ingreso en la perspectiva del conjunto de la población ocupada y cómo para evitar la condición del desempleo obliga a las trabajadoras y trabajadores a aceptar empleos con menores ingresos.

    Para tal propósito en el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM nos hemos dado a la tarea por desarrollar un proceso de análisis dialéctico con pie teórico en la Ley del Valor Trabajo en Marx, que nos permita presentar el proceso de explotación de la población ocupada a partir de la precarización salarial.

    A continuación, exponemos una serie histórica para el periodo de 1995-2023 sobre las cifras de la distribución de la población ocupada por los niveles de ingreso a nivel nacional y por género.

    En México el neoliberalismo ha implicado una política pública salarial de tipo regresiva, la que ha generado una estructura de ingresos de bajo costo que le permita competir en el mercado laboral mundial, regional y local.

    Es a partir de 1982 con la crisis de la deuda y con la caída internacional del precio del petróleo, que se comienza un viraje forzado sobre un patrón de acumulación de industrialización manufacturera de exportación, el cual requería que el Estado mexicano implementará los mecanismos que garantizaban la competitividad del precio y la productividad de la fuerza de trabajo para ser de los más baratos a nivel mundial.

    Dichos mecanismos descansan sobre el principio en que los incrementos salariales directos y nominales al precio de la fuerza de trabajo fuesen inversamente proporcionales al valor de la fuerza de trabajo, el argumento político económico del gobierno y los empresarios fue el de poder controlar la inflación, esta correlación ha generado un proceso tendencial de precarización salarial de las clases trabajadoras en dos niveles, el primero, con un aumento sistemático en la pérdida del poder adquisitivo del salario de las clases trabajadoras y, el segundo, como consecuencia de los topes salariales se ha producido la compactación de la población ocupada hacia los niveles de ingreso más bajos a nivel nacional y por género.      

    En el análisis de datos vemos que para 1995 en plena crisis económica, la población ocupada que tenía como ingreso hasta un salario mínimo era de 6,757,269 trabajadores, cifra que aumenta para el tercer trimestre del 2023 a 19,681,392 trabajadores, lo que representa una tasa de crecimiento acumulada de 191.26 %, cabe destacar que es a partir del 2015 durante el gobierno de Enrique Peña Nieto cuando la cifra rebasa los 7 millones trabajadores ocupados con un ingreso de hasta un salario mínimo, sin embargo, no es sino durante el gobierno actual de Andrés Manuel López Obrador cuando en 2019 la cifra se sitúa por primera ocasión en 10,914,675 trabajadores ocupados, para que al segundo trimestre del 2023 se alcance la cifra histórica de los 20 millones de trabajadores ocupados.

    En el mismo sentido, al analizar a la población ocupada a nivel nacional con un ingreso de más de cinco salarios mínimos, pudimos observar que para el periodo de 1995 al tercer trimestre de 2023 se ha reducido de manera significativa el número de trabajadores con este nivel de ingresos, en otras palabras, en 1995 eran 2,336,139 trabajadores ocupados con ese nivel de ingresos, pero para el tercer trimestre de 2023 la cifra se reduce en términos absolutos a 771,892 trabajadores, lo que representa una tasa de -66.95 %; cabe mencionar que es en el 2006 durante el cierre del gobierno del panista Vicente Fox Quezada donde se alcanza la cifra de 5,236,682 trabajadores, el mayor número de trabajadores ocupados con un ingreso de más de 5 salarios mínimos, pero también es en este año cuando se produce el punto de inflexión en el que comienza de forma clara una disminución drástica y de compactación de la población ocupada con altos niveles de ingreso hacia los niveles de ingreso más bajos.

    Al realizar el estudio sobre el proceso de compactación de la población ocupada hacia los niveles de ingreso más bajos por género para el periodo de 1995-2023. Partimos de la siguiente pregunta ¿para el año de 1995 y el año del 2023 cuál es la participación laboral de hombres y mujeres respecto del total de la población ocupada nacional? Para el año de 1995 la población ocupada total era de 32,652,186, de esta 22,108,632 era la población ocupada en varones, y que en términos relativos significó el 67.71%, en tanto la población ocupada en mujeres fue para ese año de 10,543,554, lo cual representaba el 32,29% del total; para el tercer trimestre del año 2023, la población ocupada a nivel nacional total fue de 59,167,472, de las cuales 35,149,210 fueron hombres, para representar el 59.40% del total, y  24,018,262 de mujeres ocupadas para que representara el 40.59 % del total, por lo que si bien podemos observar que existe una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral respecto de 1995, es también fundamental analizar las condiciones laborales y en consecuencia de vida en las que laboran, como veremos a continuación en el aspecto del ingreso por género y también en específico respecto del impacto del desempleo por género que será presentado en la tercera entrega de esta investigación.

    Al revisar la distribución de los niveles de ingreso de la población ocupada por género tenemos que para 1995 los hombres que tenían un ingreso de hasta un salario mínimo eran 4,138,804, lo que en términos relativos representó el 18.72% del total de la población ocupada, sin embargo, para el tercer trimestre del 2023 la población ocupada de hombres con un ingreso de hasta un salario mínimo aumentó a 9,682,092 para representar el 27.54% del total de la población ocupada de hombres, por lo que, la tasa de crecimiento acumulada que va de 1995 al tercer trimestre del 2023 fue de 133.93 %.

    Al realizar una comparación con la población ocupada de hombres que tenía un ingreso mayor a los cinco salarios mínimos vemos que para 1995 la cifra era de 1,835,826 trabajadores, lo que representaba el 8.30% del total de la población ocupada para ese año; sin embargo, para el tercer trimestre del 2023, la cifra disminuyó a 547,849 trabajadores ocupados, lo cual significó una tasa de crecimiento acumulada que va de 1995 al tercer trimestre del 2023 de -70.15%, lo que se podría interpretar como un claro proceso de compactación y empobrecimiento de la población ocupada hacia los niveles de ingresos más bajos.

    Por otra parte, al realizar el mismo estudio sobre la situación de las trabajadoras ocupadas a nivel nacional por niveles de ingreso para el periodo que va de 1995 al tercer trimestre del 2023, es que podemos advertir que la situación es muchísimo más grave. En 1995 las trabajadoras ocupadas que tenía un ingreso de hasta un salario mínimo eran 2,618,465, lo que representaba el 24.83% del total de las 10,543,554 de trabajadoras ocupadas para ese año, sin embargo, para el tercer trimestre del 2023 la cifra aumentó significativamente a 9,999,300 de trabajadoras ocupadas con hasta un salario mínimo como nivel de ingresos, lo que en términos relativos significó el 41.63% del total de las trabajadoras ocupadas para ese año. De esta forma, la tasa de crecimiento acumulada que va de 1995 al tercer trimestre del 2023 fue de 281.87% de trabajadoras ocupadas con hasta un salario mínimo como ingreso.

    En contraste, al analizar qué ocurría con las trabajadoras ocupadas con un nivel de ingreso de más de cinco salarios mínimos, observamos que para el año de 1995 eran 500,313 las trabajadoras ocupadas que tenían ese ingreso, lo que representaba el 4.74% del total de las 10,543,554 de trabajadoras ocupadas a nivel nacional para ese año, no obstante, para el tercer trimestre del 2023, la cifra disminuyó a 224,043 trabajadoras ocupadas con ese mismo ingreso, lo que significó una reducción al 0.93% del total de las 24,018,262 trabajadoras ocupadas para dicha fecha. En consecuencia, durante este periodo de estudio se registró una tasa de -55.21%, lo que también constata el proceso de compactación y de empobrecimiento de las trabajadoras ocupadas hacia los niveles de ingreso más bajos.

    En síntesis, el neoliberalismo y después de lo ocurrido durante lo que va de la pandemia por Covid-19 en México las trabajadoras ocupadas se han concentrado en los niveles de ingreso más bajos, en 2019 las mujeres que tenían de 1 y hasta 2 salarios mínimos eran 12,893,799 trabajadoras para ser el 58.87% del total de las trabajadoras ocupadas de ese año, al tercer trimestre del 2023 aumentó a 17,076,515 trabajadoras para representar el 71.09% del total de las trabajadoras ocupadas para dicha fecha, si lo comparamos con las trabajadoras ocupadas que tenían un ingreso de más de cinco salarios mínimos, vemos que para que para el año 2019 las trabajadoras ocupadas con ese nivel de ingresos eran 556,660, lo que representa el 2.54% del total de las 21,901,717 de las trabajadoras ocupadas a nivel nacional para ese año.

    Es indudable el proceso de empobrecimiento de las mujeres trabajadoras mexicanas, pero lo más grave es que seguramente la compactación en los niveles de ingreso más bajos de las trabajadoras ocupadas no ha terminado.

    En el CAM se construyó el indicador sobre pobreza alimentaria por ingreso con el nombre de Tasa de la Población Ocupada en Pobreza Extrema (TPOPE), que contempla sólo a la población ocupada en México para establecer si con sus niveles de ingreso puede o no comprar una Canasta Alimenticia Recomendable (CAR); para el IV trimestre de 2006 las trabajadoras ocupadas que con su ingresos no podían comprar una CAR eran 8, 628, 204 trabajadoras, lo cual representaba una tasa de pobreza extrema de 52% del total de la población ocupada en mujeres para ese año. Sin embargo, la TPOPE para el II trimestre de 2021 nos muestra el empobrecimiento de las mujeres pues aumentó a 18,000,055 trabajadoras ocupadas que con su ingreso no pudieron comprar una CAR, lo que representó una TPOPE en mujeres a nivel nacional del 83%.

    El empleo informal es signo del proceso de precarización laboral en México.

    Durante el proceso neoliberal mundial se ha observado que el empleo informal representa una válvula de escape para las clases trabajadoras en la que las y los trabajadores optan por un empleo informal para evitar el desempleo y poder tener algún tipo de ingreso, incluso a sabiendas de que no tendrán acceso a la seguridad social. De esta forma el empleo informal lo podemos considerar como  aquel trabajo que no garantiza ninguno de los derechos humanos laborales y que no permite acceder a los servicios públicos tales como la salud, la vivienda, para gozar de un salario digno para cualquier oficio y/o profesión, del pago de horas extras, del reparto de utilidades, de prima vacacional, de aguinaldo y por supuesto de una estabilidad laboral que le permita a las y los trabajadores gozar de un sistema de pensiones y jubilaciones.

    Uno de los principales mecanismos que han detonado de forma estructural el carácter de la informalidad en el empleo mexicano se ubica en las reformas laborales, que durante las últimas cuatro décadas ha sido parte medular de las políticas neoliberales, con dichas medidas se han reducido a su nivel mínimo las prestaciones sociales que ganaron los obreros mediante luchas históricas durante el siglo pasado, así, la línea entre el trabajo formal e informal se ha reducido a tal grado que en la concepción institucional las condiciones de los trabajadores se dejan fuera, entendiendo a lo informal como lo que no grava impuestos[1], un problema con esta definición es que hay una cantidad de personas que tienen contratos mensuales y no son contabilizados como informales pero tampoco tienen prestaciones y están a la deriva cada mes, siendo también población vulnerable, por ejemplo los trabajadores por honorarios

    Asimismo, los trabajadores que están laborando en el sector informal históricamente son los más afectados en el proceso de precarización laboral y, también son y serán los que tardarán más tiempo en recuperarse de las crisis económicas.

    “El déficit de trabajo decente puede ser brutal para quienes dependen del trabajo informal para vivir y alimentar a sus familias. Se trata de casi el 60% de las personas empleadas en el mundo actual, es decir, 2.000 millones de personas”, dijo el Director General de la OIT, Gilbert Houngbo”[2].

    Lo ocurrido durante la pandemia por COVID-19 precipitó y agudizó las precarias condiciones en las que laboran.

    La tasa de informalidad laboral: En África es de 85.8%; en Estados Árabes de 68.6%; en Asia y el pacífico de 68.2%; en Europa y Asia central 25,1%.

    En América Latina y el Caribe: Uno de cada dos trabajadores labora en la informalidad, lo cual nos habla de una alta la cifra pues se ubica en promedio con una tasa del 50%, destacando los siguientes países: Guatemala con 81.9%; Paraguay con 69.3%; El Salvador con 69%; Ecuador con 68.5%; Colombia con 63.3%; Perú con 60.4%; Jamaica con 58.3%; República Dominicana con 57.3%; México con 57.1%; Panamá con 55.7%; Argentina con 48.9%; Costa Rica con 40.8%; Brasil con 39.2%; Saint Lucia con 28.7%; Chile con 27.4% y, Uruguay con 21.5%, según información de la OIT para el año 2021.

    Asimismo, y acorde con información de la OIT a nivel mundial para el 2023 sólo el 47% de la población ocupada de manera formal tiene acceso efectivo a tan sólo una prestación social, lo cual significa que son aproximadamente 400 millones de trabajadores ocupados y formales los que laboran sin tener algún tipo de seguridad social.

    En México el empleo informal para el tercer trimestre del 2023 registró una tasa del 55.12%, en otras palabras, del total de la Población Ocupada de 15 años y más a nivel nacional que es de 59,167,472 de trabajadores, serían 32,613,863 los trabajadores que estarían en una condición de informalidad.

    Ahora bien, si hacemos el análisis en términos de género podemos observar que de los 32,613,863 de trabajadores con trabajo informal estarían 19,173,111 de hombres en condición de informalidad y, también estarían 13,440,752 de mujeres con un trabajo en condición de informalidad.

    Por otra parte, de acuerdo con la información publicada en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de INEGI al tercer trimestre del 2023, los trabajadores que laboran en el sector informal llegan a percibir en promedio 53% menos de ingresos en comparación con los trabajadores formales.

    En conclusión. Las y los trabajadores informales se desarrollan en un proceso constante de precarización laboral pues al no contar con mecanismos reales que les permitan el acceso a prestaciones sociales de ley tales como un salario digno, el seguro de salud, el acceso a crédito para vivienda y ahorro para el retiro, que les permita un trabajo digno seguirán siendo sujetos de múltiples violaciones a sus derechos humanos laborales y en consecuencia de un empobrecimiento crónico.

    [1] Todo trabajo que se desempeña en una unidad económica no constituida en sociedad que opera a partir de los recursos de los hogares, y que no lleva un registro contable de su actividad, independientemente de las condiciones de trabajo que se tengan. INEGI

    [2] OIT, Los estadísticos adoptan una nueva norma sobre cómo medir el empleo informal. Octubre de 2023 en internet: Ohttps://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_899705/lang–es/index.htm

     

  • Pronunciamiento de la comunidad de investigación del CAM

    Publicado el martes 17 de octubre de 2023 10:43 am CAM Sin comentarios

    Segundo comunicado

    La comunidad de investigación del CAM, profesorxs, investigadorxs y estudiantes consideramos que ante la situación actual de nuestra Facultad es necesario demostrar que el diálogo entre las diferencias es la mejor manera de solucionar los problemas.

    Todxs debemos hacer nuestros intereses particulares a un lado y contribuir en el diálogo colectivo y respetuoso. Debemos darle la oportunidad a la palabra.

    Por eso, hacemos un llamado de manera respetuosa y atenta a las partes involucradas y a la comunidad de la Facultad a:

    1. Retomar el diálogo con compromiso para solucionar las peticiones, demandas y propuestas de las partes. Lxs estudiantes, profesorxs, trabajadorxs y autoridades debemos mostrar la capacidad que tenemos para solucionar los problemas que enfrenta nuestra Facultad.

    2. Llamamos a todxs a construir un ambiente franco de diálogo que resuelva la problemática.

    3 Reiteramos que el respeto debe ser mutuo en todas las direcciones para afrontar la situación de la Facultad, el país y el mundo.

    4. Si durante este proceso alguien considera que nosotrxs nos hemos equivocado en algún señalamiento, aceptamos nuestro error y lo corregimos.

    Ni cerrazón, ni barbarie, ni guerra en el mundo.

  • El CAM se solidariza con la Doctora Violeta Nuñez

    Publicado el domingo 1 de mayo de 2022 3:38 pm CAM Sin comentarios

    A los medios de comunicación nacionales e internacionales
    A la comunidad académica y científica mexicana
    A los colectivos y grupos organizados

    El día 31 de marzo del presente año la Dra. Violeta Nuñez Rodríguez presentó los resultados de su investigación “México Litio al descubierto” en el programa Rompeviento TV, dicho programa mostró los intereses y la disputa que existe por los yacimientos de litio en nuestro país, departe de corporativos internacionales y de grupos de poder nacional por adjudicarse la riqueza del subsuelo en Sonora y otras regiones de México.

    Esta disputa se ha mantenido por empresas extranjeras mineras canadienses, americanas y, otras vinculadas al gobierno chino. Estas “empresas” ejercen acciones criminales de amenazas e intimidaciones a investigadoras, reporteros, periodistas, pobladores, comunidades y pueblos originarios que defienden su territorio.

    El día 1 de abril de 2022, la doctora Violeta Núñez recibió a las 19:39 hrs varios intentos de llamada desde dos números telefónicos, una de esas llamadas fue para amenazarla de muerte directamente. Las llamadas han tenido como origen el Hotel Pensilvania, que se encuentra ubicado en el número 101 de la calle Ignacio Mariscal 101, en la Colonia Tabacalera. Por lo que exigimos que se investigue y se de con la fuente directa de las amenazas e intentos de intimidación contra la investigadora. Quién puede tener interés en explotar no solamente el subsuelo y habitantes de regiones del país donde se encuentran los minerales, serán ¿Bacanora Lithium, Ganfeng Lithium y Cadence Minerals, Mine Crons, Sonora Lithium, Bacanora Lithium, y Electra, Infinite Lithium Corp., Zenith Minerals, OrganiMax Nutrient Corp.? ¿Quiénes aplican la máxima ley del capitalismo en la historia del saqueo y la explotación de la riqueza de un país de “el fin justifica los medios”, amenazas, asesinatos, despojo, compra de voluntades, extorsión, entre otras?

    La doctora Violeta Nuñez y otros investigadores en nuestro país han denunciado el despojo de minerales, tierras, árboles, plantas y fauna. Las amenazas dejan claro que pretenden acallar no solamente a una investigadora, sino silenciar a los investigadores, pobladores, comunidades y pueblos que defienden los recursos naturales de México y del mundo.
    El Centro de Análisis Multidisciplinario-UNAM se solidariza con la Doctora Nuñez, el equipo de trabajo y de su familia y exige a las autoridades mexicanas salvaguardar su integridad.

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